¿De qué manera transitan los niños este tiempo de aislamiento?

Se deben generar espacios de encuentro donde los niños puedan hablar de los que les ocurre, exponer sus emociones y pensamientos, y que estos sean validados y respetados. Esto les dará recursos y habilidades emocionales.

 

*Por: Silvina Aguirre (Lic. en Psicología – MP 5832)

Venimos atravesando desde hace varios meses, un cambio brusco sobre nuestras rutinas y la dinámica familiar, desde que se implementó el aislamiento preventivo y sanitario. En esta oportunidad queremos poner nuestra mirada sobre los niños y la manera en que viven este periodo de aislamiento y encierro. Si bien la mayoría refiere que lo que más les gusta de la cuarentena es pasar tiempo con la familia, también extrañan los espacios de socialización, de juegos con amigos y compañeros de escuela.

También hemos evidenciado, un excesivo uso de pantallas; por un lado, con fines educativos: uso de plataformas, video y clases virtuales y por otro, con fines recreativos, lúdicos, a través de diferentes dispositivos tecnológicos. Y al final del día caemos en cuenta de la cantidad de horas en la que han sido expuestos a tal estimulación.

Sabemos que nos encontramos en una época en donde el uso de dispositivos tecnológicos es lo que prima, aun así, se debe estimular otros espacios de actividades, son justamente los momentos de aburrimiento los que le brinden la posibilidad de la creación, la imaginación, y la posibilidad de desplegar instancias lúdicas. El juego tiene un rol fundmental en el desarrollo emocional de nuestros hijos, es allí donde reproducen, gestionan y aprenden reglas, normas, negocian, organizan y cumplen diversos roles.

La importancia de los límites

Las familias se encuentran con un gran desafío en este momento de aislamiento: acompañarlos en sus aprendizajes, limitar sus tiempos de exposición a pantallas, home office, donde hemos tenido que reorganizar horarios y rutinas. Los padres, tienen la difícil tarea de marcar y orientar sus conductas, acciones, sentimientos, emociones, pero los niños deben poder encontrarse con límites claros, precisos y concretos.

Se debe trasmitir límites de manera respetuosa. Hablar de crianza respetuosa, es ese ejercicio en el que ambos padres, de manera conjunta, acuerdan aquellas normas que consideran importante trasmitir a sus hijos, contemplando a los niños como una persona con los mismos derechos que un adulto, la base debe ser el amor, el respeto, la confianza y los limites no punitivos.

Sugiero que al momento de marcar limites, estos sean precisos, trasmitir seguridad y confianza, evitar los castigos, educar con el ejemplo, mostrar con acciones aquellas conductas que se les pide.

Generar espacios de encuentro donde los niños puedan hablar de los que les ocurre, exponer sus emociones y pensamientos, y que estos sean validados y respetados.  Escuchar, brindar la posibilidad de la palabra, donde puedan expresarse libremente. Esto les dará recursos y habilidades emocionales.