Vivió en B° Marqués de Sobremonte y hace 14 años trabaja como periodista en México

Ariel Leguizamón  tiene 43 años, es Licenciado en Comunicación Social, Periodista Depor­tivo y conductor de televisión. Nació y se crió en “el Marqués”, trabajó en el canal Showsport y hoy triunfa en México, siendo la cara visible y referente de TV Azteca Jalisco y Azteca Deportes a nivel nacional.

“Mi experiencia no ha sido sencilla, dejar Córdoba y Argentina para venir a vivir y trabajar a México ha sido mi decisión más importante y complicada a la vez. Sin embargo, fue y es mi mejor determi­nación, porque gracias a ello, maduré y estoy viviendo de una manera que jamás hubiera imagi­nado: Trabajando en lo que tanto amo que es el periodismo y junto a mi hermosa familia”, aseguró desde tierras mexicanas el carismático Ariel Leguizamón, el esposo de Martha Venegas (mexicana, Tapatía) y el papá de Valentina (mexi­cana, Tapatía); un luchador y soñador de aquellos que se hizo camino al andar y hoy es uno de los máximos referentes del periodismo deportivo en Guadalajara (México).

Un muchacho de barrio

¿Qué recuerdos tenés de tu infancia y juventud en B° Marqués de Sobremonte?
Tengo millones de recuerdos de mi infancia y mi juventud en mi Barrio, “el Marqués”. Mis viejos alquilaban casa en aquellos tiempos, por lo que nos tocó vivir en varios lugares y de todos tengo gratos recuerdos. Alquilamos sobre calle Pablo de Guzmán, después Bartolomé Jaimes y finalmente, Alonso de Ubeda. Cuando vivía allá, el barrio tenía sólo algunas calles asfaltadas, como Tomás de Irobi y algunas otras; pero me tocó vivir esa etapa en la que todo empezó a cambiar. Bonito barrio, lleno de diagonales (difícil de transitar y ubicarse, para el que no lo conocía), lleno de árbo­les, casas con jardín, etc. Sin embargo, lo que más recuerdo son mis amigos, mis vecinos con los que diario salía a jugar después del colegio y de hacer la tarea, imposible olvidar aquellas tardes de fút­bol o cualquier deporte que se pudiera practicar en la calle o en algún baldío. Recuerdo mi antigua escuela de Karate, donde también forjé gran parte de mi personalidad. Las fiestas, la Iglesia, los grupos Parroquiales de Nuestra Señora de los Dolores. En fin, mil cosas que se me vienen a la mente y que me llenan de nostalgia…

¿A qué Escuela fuiste?
Mi escuela de primaria fue Bernardino Rivadavia, después llamada Honorato Laconi. Posteriormen­te, al pasar a la secundaria, estudié en el ENET N° 2 Ingeniero Carlos Alberto Cassaffousth. Durante muchos años, fui de los grupos parroquiales en Nuestra Señora de los Dolores y casi todo lo que hacía era por la Zona, “El Marqués, Poeta, Fragueiro, Zumarán y siempre iba para B° San Martín, a la casa de mis abuelos. En mi adolescen­cia, recuerdo mis primeras salidas, a los bailes del Colegio “Inmaculada”, todo un clásico en aquellos años. Por ese entonces, todas las relaciones socia­les se construían en la calle, con los vecinos, con los amigos; por lo que me vida, casi completamen­te, giraba en torno al barrio.

¿Qué es lo que más se extraña de Córdoba?
Mis afectos: mi familia y amigos. De vez en cuando me pega la nostalgia y recuerdo las calles de “la Docta”, algunos lugares en específico. Sin embargo es la gente, su gente y mi gente, lo que más añoro. Cuando voy de visitas, no con la frecuencia que desearía, procuro verme con todos los que quiero: reunirme con mis familiares, juntarme con mis amigos y ex compañeros de estudio, etc. Pero, como ya tengo familia mexica­na, también aparto espacios para pasear, mostrar­les la ciudad, las sierras, etc. Y eso sí, adoro comer un buen asado, tomar unos buenos mates, un buen fernet. Son de las cosas que me gusta hacer cuando voy para Córdoba.

De Arquitecto a Periodista

¿Cómo nació tu pasión por el periodismo?
Mi pasión por el periodismo nació de manera accidental. Ya vivíamos con mis papás en otra zona de la ciudad, en Ampliación Jardín del Pilar y yo estaba en la secundaria, preparándome para ser Maestro Mayor de Obras y posteriormente Arquitecto, ese era el plan original. Sin embargo, en algún momento, un vecino me invitó a un programa de radio que él tenía como pasatiempo. Fue así que acepté y acudí a dicho programa, sólo para atender llamadas telefónicas; pero fue suficiente para cambiar mi plan de vida.Pronto, tuve mi primer programa radial y desde allí, la idea de arquitectura cedió su lugar a la comunica­ción y al periodismo. Estudié en la ECI, Escuela de Ciencias de la Información, de la Universidad Nacional de Córdoba y me recibí en el año 2003, con especialidad en Medios Audiovisuales.

¿En qué medios trabajaste en Córdoba?
En el Canal Showsport pasé una buena cantidad de años y me desarrollé profesionalmente, además de construir grandes amistades. Participé en las producciones de las transmisiones de Atenas en la Liga Nacional, en el noticiero Showsport Noticias y colaboré en programas como Línea de Cuatro, Última Jugada, el Bar de La Gloria, Tribuna Celeste y varios espacios más. En Showsport aprendí a producir TV y también a conducir.

Guadalajara, su segundo hogar

¿Cómo surgió la posibilidad de ir a probar suerte a México?
La posibilidad de venir a México, también fue circunstancial. Yo veía que en Córdoba se me cerraban o yo no encontraba mejores oportunida­des laborales y de desarrollo. Fue así, que tomé la decisión de ir para Buenos Aires y paralelamente, un tío por parte de mi papá, vivía en Guadalajara, Jalisco, México. Él charló con mi abuelo (con quien yo vivía en aquel tiempo) y le expuso que me invitaría a venir a este país. En una noche, tomé la decisión de aceptar la propuesta, opté por jugármela completamente en un destino descono­cido. Viajé un 3 de agosto del 2005 y un día después, llegué al lugar que hoy me recibe desde hace casi 15 años: Guadalajara.

¿Cómo fueron tus primeros pasos allá?
Mis primeros pasos aquí en Guadalajara no fueron sencillos. No conocía a nadie y todo se acotaba a los contactos de mi tío, quien no se desenvolvía en nada parecido a lo mío. Pero, fue a través de sus conocidos, como primero fui productor en un medio católico, María Visión. De allí, empecé a abrirme espacios en una productora televisiva, luego hice prácticas profesionales en Televisa Guadalajara y también en TV Azteca Jalisco. Este último, fue el medio que finalmente me abrió sus puertas para desarrollarme profesionalmente en este país. Gracias a ello, he tenido la oportunidad de sostenerme, sostener a mi familia y progresar profesionalmente. Desde el año 2006, soy conductor televisivo y por lo mismo, disfruto de experiencias increíbles día a día.

¿Actualmente, a dónde trabajas y qué cargo tenés? Trabajo en TV Azteca Jalisco (ya casi 14 años) y pertenezco al equipo de Azteca Deportes a nivel nacional. En mi televisora, soy el Jefe del Área de Deportes y coordino el trabajo de un gran equipo de profesionales. Además, soy conductor televisi­vo en diversos noticieros y programas deportivos.

¿Cómo es trabajar en México para un argentino?
Trabajar en México para un argentino es tan bueno y tan malo como hagas tu trabajo y como seas personalmente. Muchos argentinos son recorda­dos, reconocidos con cariño y respetados en este país, otros, definitivamente no. Al principio, varias personas no tomaron muy bien mi llegada; paulatinamente me mostré como soy, demostré a este país y su gente que los valoro, los aprecio, los admiro y respeto de manera ejemplar, todo eso contribuyó a que la percepción cambiara. Debo ser honesto, siempre encontré buenas personas en el camino, la hospitalidad de los mexicanos es noto­ria, palpable. Siempre estaré agradecido a este país al que considero mi segundo hogar y del que aprendo día a día. En lo personal, me da gusto algo que me han dicho en varias ocasiones: “Eres el argentino más buena onda que he conocido”, no es algo que presumo; pero si un calificativo que atesoro y procuro me guíe. A este país le debo demasiado; pero especialmente: respeto. Desde allí, es como he construido una imagen positiva hacia mi persona.

¿Cómo es la comida, las costumbres, la situacióneconómica y el ritmo de vida allá?
La comida es deliciosa y con una variedad, probablemente, sin igual. La gastronomía mexica­na es un tesoro mundial. La situación económica actual no es sencilla, como quizás no lo sea en ningún lugar del mundo, aunque México es una potencia económica mundial en muchos ámbitos y eso fortalece al país. Una diferencia, bastante importante con Argentina, es que aquí las “oportunidades” existen. El ritmo de vida en Guadalajara es similar al de Córdoba, quizás un poco más a prisa. El Estado de Jalisco es uno de los más importantes del país, es una capital cultural de México (así lo veo yo). La Zona Metro­politana tiene cerca de 6 millones de habitantes, lo que demuestra el poderío que tiene en la economía mexicana y también en diversos ámbitos.

Actualmente, ¿A dónde vivís?
Vivo en Guadalajara, una ciudad hermosa, con un poderío económico importante y de una riqueza cultural invaluable. Guadalajara está en el Estado (provincia) de Jalisco y de aquí son varios de los símbolos más importantes que identifican a México en el mundo: el Tequila, el Mariachi, la Charrería, por ejemplo. la ciudad es muy grande, su centro histórico es admirable, todo está minu­ciosamente cuidado. En varios sentidos se parece a Córdoba, siempre lo digo. Una ciudad importan­te, diversa y rodeada por cerros, sierras, etc.

Corazón “partido”

¿Cuáles son tus sueños y proyectos?
Mi sueño es poder seguir creciendo profesional­mente, sin embargo mi proyecto de vida es otro aún más ambicioso: llenar de felicidad a mi familia mexicana. Mi mujer y mi hija son el tesoro más preciado que debo a este país, ellas son mi motor y mi guía. Mis sueños o ambiciones perso­nales, han sido superados por un deseo mayor de felicidad familiar, por ello es que amo a México y por eso es mi segundo hogar. Por lo mismo, no me he planteado la posibilidad de volver a Argentina o a Córdoba. Nunca me cerraría a la posibilidad de hacerlo; sin embargo hoy ya no es una prioridad. Quiero regresar en cada oportunidad que pueda y quiero que mi familia aquí se llene de mi “argentinismo”; pero mi plan de vida va por otra ruta. Me considero afortunado de tener dos raíces, amo tanto a la Argentina, como a México y eso es un gran privilegio.

Por último, ¿Quién es Ariel Leguizamón?
Un tipo luchador. Mis viejos (“Quito” y “Perla”) nos enseñaron a mis hermanas (Valeria e Iris) y a mí, que todo se construye a base del laburo y del respeto. Eso ha sido mi principal herramienta para abrirme puertas. Soy un tipo que no se can­sa de soñar y que en el camino va aprendiendo de todo. Soy un hombre de familia y con valores muy marcados. Soy un agradecido a Dios por lo que me está permitiendo vivir.-