“El Da Vinci de Córdoba”: la historia del joven creador de inventos en el sur de la provincia

Adaptó una bicicleta para que funcione como cargador de celular, creó un volante manos libres para cosechadoras y en su adolescencia modificó su auto sin techo, son algunas de las creaciones de este joven oriundo del parador San Ambrosio, a 20 Km de Río Cuarto.

Con tan solo 23 años, Joel Príncipe tiene una gran cantidad de inventos en su haber y es una celebridad en el sur cordobés. Sus innovaciones en el campo de la agricultura le dieron a este estudiante de Ingeniería en Software un lugar importante en la zona, llegando a ser bautizado como el “Da Vinci cordobés”.

A los cinco años construyó un ventilador para combatir el calor. Lo fabricó a partir del motor de un trencito de juguete. Lo desarmó, encontró en la casa unas aletas y unió los cables. “Nos habíamos quedado sin luz, algo muy frecuente en la zona y quería dormir fresco. Me ayudó mi viejo”. El parador rural donde nació queda a 20 kilómetros de la ciudad de Río Cuarto. El vecino más cercano está a casi un kilómetro de distancia y muchas veces no tiene servicio de electricidad ni red de wifi.

Ya cerca de cumplir 21 años, Príncipe dió a luz una de sus creaciones más famosas: una bicicleta que carga la batería del celular. El artefacto cuenta, además, con una luz led que avisa cuando se inicia la corriente. Después, le instaló un sensor a los vehículos, que no permite que se maneje alcoholizado. Son innovaciones que podrían tener impacto en la sociedad.

Habitante de zonas rurales y poco habitadas ya, Joel logró que el tractor familiar se traslade a través de control remoto, ya que “ No hay gente que quiera ir a hacer un bolsón y con esto te evitas eso y evitas bajarte del tractor”.  El tractor controlado remotamente se puede arrancar desde el control, no mas  grande que el de un porton de una cochera, y a la vez puede doblar a la izquierda y derecha. Por supuesto que este es un inicio, luego podrá hasta parar solo.

“Quería optimizar el trabajo del operador para que pueda conducir un poco más relajado, y concentrarse en las otras tareas, como por ejemplo, descargar la tolva en el acoplado autodescargable, revisar la limpieza del grano que llega a la tolva de la cosechadora, y hasta cebar mate, sin incurrir en errores de manejo”, contó Príncipe, respecto a su tractor remoto.

Su cabeza no se detiene. Después de varias creaciones sueña con transformar la vida de los demás, y siempre en la Argentina. No se imagina viviendo en el exterior. “Estoy ideando algún sensor para que las personas con discapacidad audiovisual puedan hacer deporte. No quiero decir mucho porque recién lo estoy probando. Me motiva brindar soluciones, creo en pensar con conciencia social”.