Por Tobías Ochoa
De barrio Nuevo Poeta Lugones a Doha, Mauricio Coccolo fue testigo de la conquista máxima del fútbol argentino en el siglo XXI. El reconocido periodista de Cadena 3 viajó hasta Qatar para transmitir a todo el país el desarrollo de la la vigésima segunda edición de la Copa del Mundo organizada por la FIFA.
Durante un mes, el vecino de la zona norte convivió junto a un equipo de 12 personas, entre ellas el “Bocha” Houriet y Gustavo Vergara, conformando así el equipo de cobertura más grande del interior del país para un mundial. Coccolo forma parte del medio desde el año 2015, compartiendo espacio en Radio Popular también desde hace dos años.
“La gran enseñanza que debe dejarnos este mundial es que nunca se debe ser tan tajante en la crítica o en el elogio. Argentina demostró que podía salir campeón contra Países Bajos, se habló mucho en la previa sobre el nivel de los rivales que enfrentó Argentina tanto en la eliminatoria como en la Copa América, y ese momento de demostrarlo fue en cuartos de final”, analizó Coccolo.
El mundial, analizado por Mauricio, fue único e irrepetible. La ciudad, de dimensiones pequeñas, facilitó la movilidad y el traslado para la cobertura de los respectivos partidos, fundamentando este aspecto en el buen funcionamiento del transporte público.
Otro aspecto importante a tener en cuenta fue la conectividad, la cuál permitió realizar transmisiones desde lugares donde habitualmente la misma no funciona, como un desierto, el subte o el ascensor de un hotel.
La cobertura más grande del interior del país para un mundial
“Para la radio fue muy bueno, tener 12 periodistas en Qatar fue una gran apuesta, la más grande del interior del país diría. La conectividad fue impecable, tuvimos equipos muy buenos , transmitimos desde el medio del desierto, en el subte o hasta en un bote desde un lago artificial. Para el trabajo que nosotros hacemos en la radio esto es fundamental y la conectividad que tuvimos en Qatar fue espectacular”, destacó.
La vida en Qatar
Coccolo destaca algunos aspectos importantes a la hora de adaptarse a un nuevo país, entre ellos la comida: “No fue tan fácil adaptarse a la comida, tienen otros condimentos y por más que la pidas sin condimentos, el sabor está”.
Otro aspecto importante fue la diferencia horaria de cinco horas con el país del golfo pérsico. Para las 11 de la mañana de Argentina, Mauricio lanzaba un programa en la radio, el cuál debía transmitir desde las 6 am de Qatar, produciendo cambios en su rutina de sueño habitual.
Respecto a la movilidad en Doha, Coccolo destacó: “Lo mas raro que nos pasó fue haber comprobado en más de una ocasión que era mejor moverse con el transporte gratuito y no con el transporte pago. En cuartos de final, cuando pensamos que era mejor ir en un Uber a la cancha, nos dimos cuenta que era mucho mejor ir en transporte público. El subte era gratuito y te dejaba en la puerta, el Uber te dejaba a 20 cuadras del estadio, nunca llegaba a la puerta”.
“La tranquilidad de estar a miles de kilómetros de tu país y que el trabajo que estás haciendo es bueno, sin tener que sufrir ni un segundo para que sea bueno, es algo que no tiene precio”
La monarquía qatarí dió incanzables muestras de su poderío económico, fundamentado en lo extravagante de sus obras, infraestructura y recursos. Por ejemplo, el “uso y abuso” del aire acondicinado, que de a momentos no hacía falta según Coccolo, ya que el clima en Doha se adentraba al otoño.
Con una excelente convivencia junto a sus compañeros de trabajo, nulos problemas de conectividad y comodidades a la altura de las circunstancias, el mundial fue un momento inolvidable en la vida de Mauricio Coccolo. Periodista de barrio Nuevo Poeta Lugones para todo el mundo.