Cuidar y criar caballos no es una tarea sencilla. Ana Maldonado es la dueña de una quinta llamada “El Soñado”. Estudió oftalmológa y tiene dos pasiones: la medicina y los caballos. Junto a ella trabajan tres mujeres: Andrea González (su esposa y mano derecha, encargada de hacer emergentología), Lucia Buteler (la domadora de caballos) y Virginia Oroná es (cuidadora).
Su proyecto y relación laboral nació a partir de los Akhal-Teke, la raza de caballos “más linda del mundo”. Todo empezó cuando Maldonado encontró a estos ejemplares en Internet de casualidad. “Me contacté con un uruguayo que me permitió conocerlos”, contó. Después, le compró sus dos primeras yeguas embarazadas y un padrillo al profesional Guillermo Lockhart. Ahora, él le donó sus otras 3 Akhal.
Cómo son los Akhal-Teke
De esta manera, la profesional pasaría a tener 10 ejemplares de los 7000 que hay alrededor del mundo. Cabe destacar que este tipo de caballos fueron valorados en la antiguedad por su belleza, resistencia, carácter fuerte y brillo en su pelaje. Además, la oftalmóloga sumó: “El vigor y valentía que heredaron de la guerra se adapta para las disciplinas ecuestres”.
También son caballos atletas, inteligentes y dispuestos a aprender. En cuanto a su fisionomía, Maldonado detalló que son magros, fibrosos y delgados. Por eso pueden llevar a cabo diversas prácticas como: eduro, cross country, saltos, adiestramiento y volteo.
El día a día de los caballos
Los Akhal-Teke tienen una rutina para mantenerse en buen estado de salud: “A la mañana les damos de comer y después de la digestión los largamos en los piquetes para pastorear. Después Lucía se encarga de que hagan ejercicio. A la tarde, vuelven a sus corrales, meriendan y se quedan allí hasta que es la hora de la cena”, explicaron. En cuanto a la alimentación contaron que les dan comidas en poca cantidad para que no se estrecen y eviten problemas físicos.
Sueños a futuro en “El Soñado”
Ana Maldonado confesó que su objetivo es criar y promover los ejemplares de raza pura y darle importancia a las cruzas. Por eso proyectó que el arribo de los caballos de raza Akhal-Teke servirá para mejorar otras.
