El pasado jueves 28 de agosto, en los pasillos del IPEM 198 Dr. Martín Ferreyra, el bullicio era distinto. No se trataba del clásico murmullo estudiantil, sino de una energía vibrante, cargada de entusiasmo, curiosidad y color. La Feria de Ciencias de este año fue el escenario ideal para que el Ciclo Orientado en Artes Visuales desplegara una serie de proyectos donde la creatividad y el conocimiento se entrelazaron como nunca antes.
Cuarto, quinto y sexto año del ciclo participaron con propuestas que no solo demostraron dominio técnico y expresividad artística, sino también una clara intención de diálogo con otras disciplinas. “Este año quisimos mostrar que el arte y la ciencia no están tan lejos como parecen, que juntas pueden ser motores de ideas, experiencias y avances”, explica la profesora Roxana Irala, responsable del ciclo desde su creación en 2019.

El recorrido comenzaba con “Materialidad y Espacialidad”, un proyecto de cuarto año donde los materiales reciclados fueron protagonistas. A través de esculturas y collages, los estudiantes exploraron su potencial expresivo, resignificando lo descartado como fuente creativa. A la par, se integró el proyecto “Un diálogo gráfico y geográfico”, junto a la materia Geografía, donde bandejas de telgopor se convirtieron en mapamundis estilizados que visibilizaban problemáticas ambientales actuales, en sintonía con la agenda 2030.
Estudiantes que piensan con las manos
En quinto año, el arte se dejó inspirar por la física. La termodinámica y, en particular, el concepto de entropía, se transformaron en una excusa poética para homenajear a Luis Felipe Noé y su visión del caos. La Nueva Figuración Argentina fue reinterpretada por los alumnos, quienes crearon piezas abstractas que simbolizaban no solo el desorden, sino también la esperanza, la energía y el milagro de la transformación.
Desde esculturas abstractas hasta mapamundis de telgopor y cuencos de cerámica: los proyectos de Artes Visuales en la Feria de Ciencias mostraron el poder de aprender creando.

La propuesta de sexto año sumó la química como aliada. Los alumnos produjeron cuencos artísticos, analizando sus materiales como paso previo a la construcción de piezas en cerámica. “Nos emociona ver cómo conceptos complejos pueden convertirse en obras tangibles, estéticas y significativas para los estudiantes”, destaca Irala.
Cada rincón del colegio se llenó de texturas, colores y símbolos. Las piezas tridimensionales hechas con materiales de descarte, las pinturas preparadas por los propios alumnos, y la interacción constante entre teoría y producción, ofrecieron a la comunidad educativa una experiencia completa. “Esto es arte en su forma más viva, colaborativa y comprometida”, agrega la docente.

Año nuevo, profesionalización nueva
Pero más allá de la feria, el ciclo orientado sigue creciendo: “Nuestra comunidad educativa está preparando una profesionalización a partir del año que viene con la finalidad de que los alumnos se capaciten en la ciencia CERÁMICA y puedan estar acreditados en un oficio que les permitirá conocer: las técnicas cerámicas, moldería, decoración , esmaltado producción en bajas y altas temperaturas como así también los hornos básicos de tierra o aserrín ,hasta los modernos hornos eléctricos o de gas”
“El oficio del estudiante puede ser el inicio de una vocación, de una fuente de trabajo, o simplemente una manera de expresarse en el mundo”, afirma la Profe Irala. Por eso, el compromiso del cuerpo docente va mucho más allá del aula: se trata de sembrar herramientas para el futuro.

Desde el Ciclo Orientado en Artes Visuales, la invitación está abierta: participar, crear, experimentar y crecer. Porque en cada proyecto, más allá del papel, la arcilla o el reciclado, se construye algo mucho más grande: una identidad colectiva que apuesta por el arte como lenguaje transformador.
Más info: Joaquín Camaño y Bazán 4750 – B° Poeta Lugones – 6to.aartess





