En una humilde vivienda blanca de rejas negras, ubicada en Constituyente Salguero 320 de B° San Martín, Rodrigo Bueno creció y vivió hasta que decidió establecerse definitivamente en Buenos Aires. Allí se hizo fuerte, y no solo conquistó a los porteños con su música, alegría y energía, sino a todo el país hasta convertirse en un verdadero referente del cuarteto.
Hace 20 años y de manera inesperada, el 24 de junio de 2000, el “Potro” Rodrigo falleció en un accidente automovilístico en la Autopista Buenos Aires-La Plata.
Así, con una meteórica carrera, el chico de barrio se transformó en una estrella con todas las letras, logrando que su nombre y sus canciones sean recordados para siempre. Desde EXPRESION NORTE, le rendimos este pequeño homenaje, reviviendo su historia en imágenes.