El 29 de abril de cada año es el Día Internacional de la Danza. Para celebrarlo, grandes bailarines y referentes de la danzas folklóricas de todo el país se unieron en un “mensaje de esperanza” para compartir y sobrellevar esta etapa que atravieza el mundo, bailando a la distancia, pero más juntos que nunca, “Zamba de mi Esperanza”. Entre los participantes de este video se encuentran Cecilia Dericia y Gustavo Leymon, fundadores de la “Escuela de Danzas Cecilia Dericia”, que abrió sus puertas el 6 de marzo de 1991 en B° Villa Cabrera; mientras que en febrero de 1998, inauguró su estudio de B° Poeta Lugones.
Desde EXPRESIÓN NORTE, entrevistamos a Gustavo:
¿Cómo surgió la posibilidad de participar de esta convocatoria? ¿Quién la organizó?
Andando los caminos de la danza (hace unos 45 años que nos dedicamos a esto), fuimos conociendo mucha gente, relacionándonos con profesores de todo el país. En esta oportunidad, uno de ellos, que pertenece al Municipio de Benito Juárez, Buenos Aires, nos escribió ya que a la Dirección de Cultura de esa ciudad se le ocurrió estaa idea y necesitaban contactar a los bailarines más reconocidos del país. En esta época de cuarentena, cuando tenemos un poco más de tiempo, o la necesidad (y posibilidad) de ponernos más creativos, se empezó a gestar esta idea.
El proceso llevó su tiempo. A través de un grupo de Whatsapp comenzamos a votar para ver cuál tenía que ser la zamba, que es una danza que de alguna manera nos identifica a todos los bailarines folklóricos, porque uno siente una motivación y pasión especial cuando escucha este ritmo.
Yo fui uno de los que propuso esta zamba, porque creí que debía tener un tinte esperanzador. Y escuchando diferentes opciones, me di cuenta que “Zamba de mi esperanza”, además de ser un ícono en este género, tiene un lindo mensaje. Para mí también tiene algo muy especial porque fue la primera zamba que me enseñaron cuando comencé a aprender guitarra, de niño.
Así es que, luego de varias votaciones, terminamos eligiendo esta canción, el “primer amor” de muchos. Fue algo muy motivador.
¿Qué sintieron al formar parte de esta iniciativa?
Que nos llamaran a nosotros, entre tantos miles de bailarines que hay en el país, fue una alegría y un orgullo. Lo sentimos como un reconocimiento a la trayectoria y a todo lo que hemos dejado por la danza.
Hoy nos dedicamos pura y exclusivamente a esto, y la danza representa para nosotros nuestra vida. Así nacimos. Tanto Cecilia como yo empezamos desde muy pequeños y nunca lo dejamos. Formamos una familia, y hoy mi hija ya es también profesora de danza. Diariamente, en nuestras reuniones, almuerzos y cenas, el tema de conversación es la danza (risas).
La danza representa para nosotros nuestra vida
Un mensaje de su parte en el Día de la Danza…
Para nosotros la danza cura, alimenta, te saca de situaciones difíciles que estamos atravezando. Uno tiene las problemáticas que tiene todo el mundo, los dolores físicos y en el corazón, pero cuando llega al salón de danza, se olvida de todo.
Más info: @ceciliadericiadanza