Ángelo Barrera y la historia de la foto que cambió su vida

En el año 2019, una foto que lo retrató estudiando en la peatonal cordobesa se viralizó y su vida cambió. Hoy, con 18 años, está a punto de egresarse del Instituto Técnico Renault, donde soñó estudiar y seguirá estudiando para crear un futuro para él y su familia, y para poder ayudar a las personas que carecen de oportunidades

 

Bajo el frío y la llovizna de julio del año 2019, un pequeño niño de 12 años de edad se encontraba concentrado en sus estudios de inglés sobre un cantero, abrigado y con una silla como escritorio. Se trataba de Ángelo Barrera, quien hacía de la peatonal San Martín del centro cordobés, su aula. Una trabajadora de un bar de cercanía, Eugenia López, retrató la imagen y se viralizó: “esa foto fue un milagro”, expresa el protagonista de esta historia. Es que seis años después, y con la oportunidad de estudiar en una importante escuela técnica, Ángelo está a punto de egresarse.

La foto en cuestión mostraba a Ángelo estudiando con una dedicación admirable, a pocos metros de sus padres, Rafael y Analía, quienes trabajaban vendiendo medias y calzoncillos en un puesto callejero. Eugenia decidió retratar a Ángelo para compartirles una enseñanza a sus hijas para que tomen al estudio como prioridad y le den valor a las posibilidades.

Para Ángelo, el estudio era una prioridad inculcada por sus padres, quienes, siendo analfabetos, anhelaban un futuro diferente para su hijo.

“Mis padres me insisten para que estudie, porque ellos son analfabetos y no quieren que yo venda medias en la calle cuando sea grande”, contaba Ángelo en aquel entonces. Su sueño ya tomaba forma: “A mí me encantan los autos, conozco cada una de sus partes y quiero el día de mañana ser un especialista, un técnico mecánico”.

El agradecimiento a sus padres es constante y puro en cada paso de Ángelo: “Mi papá me preparó para enfrentar la vida, para salir a la guerra… Mamá, en cambio, me dio amor, cariño y modales. Se repartieron bien las tareas”.

“La calle te acelera los tiempos, viste… Es como que crecés de golpe. Yo me acuerdo que a los ocho, nueve años ya era un adulto. Sabía desenvolverme y hacer cosas que normalmente a esa edad no tenés idea”

La viralización de la foto no quedó en la anécdota. Varias personas influyentes de Córdoba se hicieron eco de la historia de Ángelo, y uno de ellos contactó al padre a través de un teléfono prestado con una propuesta que cambiaría su destino: estudiar becado en el Instituto Técnico Renault. Eduardo Cazenave, director del establecimiento, fue quien extendió la invitación.

Hoy, seis años después de aquella foto, Ángelo cursa el último año en el Instituto Técnico Renault y continuará sus estudios terciarios allí gracias a otra beca. “Esos estudios me darán un conocimiento que me permitirá tener una salida laboral ya sea en la fábrica Renault o en otro lado. Pero es increíble cómo mi vida cambió con esa foto, porque para mí sería imposible estudiar en un lugar como éste”, cuenta el joven al diario Clarín.

“Mi papá me preparó para enfrentar la vida, para salir a la guerra… Mamá, en cambio, me dio amor, cariño y modales. Se repartieron bien las tareas”

“De chiquito ya fui adulto y siempre quise poder ayudar, como lo hicieron conmigo”, expresa Ángelo. De cara al futuro, el cordobés sueña con tener su propio emprendimiento para ayudar a familias carenciadas y capacitar a gente de la calle, transmitiendo las herramientas que él mismo recibió.