Adrián Lisardia es herrero hace seis años y durante el pasado 2022 restauró un Fiat 600 que se convirtió en su medio de transporte y compañero de aventuras. “Tenía una idea en la cabeza y pensé ‘Si no lo hago ya ¿cuándo?”, confesó. Ahorró, compró el auto que le costó unos $30.000, lo hizo arreglar con un mecánico conocido y le creó una nueva carrocería.
El Fiat 600 no estaba en las mejores condiciones, por lo que debió invertir dinero para poner en funcionamiento a la “rejaneta”. Una vez que empezó a andar el vehículo, se encerró 12 días seguidos en su taller. Reemplazó todos los plásticos, por figuras hechas con hierros de 10, 8 y 6 milímetros. “Había visto por internet que en Estados Unidos habían hecho algo similar con un auto estilo Escarabajo y me inspiré en eso. Fue un laburo intenso, de muchas horas”.
Debió tomar las medidas y las formas del vehículo, después hacer las piezas de hierro sobre la mesa de trabajo y luego encastrarlas como si fuese un rompecabezas. De esa manera, cuando los “rulos” de hierro que rodean al auto, estuvieron listos, los colocó. Si bien al fiat todavía le faltaba la pintura y los asientos, salió a dar una vuelta y la gente ya le empezó a sacar fotos. Desde ese momento, supo que nunca más pasaría desapercibido.
En la actualidad, muchas personas se lo cruzan en las rutas y no dejan de asombrarse. Adrián confesó: “En las estaciones de servicio que paro, la gente se junta alrededor del auto para sacarse fotos y demás”. Hasta el momento, ya viajó a varias provincias argentinas y participó de diferentes exposiciones.
Ahora quiere vender su “rejaneta”, con el objetivo de hacer otro vehículo único: “Tengo una idea en la cabeza de hacer otro tipo de auto y con una carrocería con más detalles. Es algo que me da vueltas en la cabeza hace mucho “, agregó. Este nuevo auto sería una pieza única a nivel internacional, debido a que tendría materiales que nunca vio combinados. Aún así nunca haría otro modelo igual al de su Fiat 600, porque asegura que es único y le dio muchas alegrías.
