La otra cara de la Cuarentena. Juan Manuel Carreño tiene 45 años, vive en B° Zumarán, entrena Boxeo en el Club Matienzo de B° Villa Cabrera, es protesista dental y en medio del aislamiento social preventivo y obligatorio por el Coronavirus, junto a un grupo de amigos, decidió ponerse a fabricar máscaras protectoras en impresoras 3D para donar a personal de salud del Hospital Neonatal y la Maternidad que tanto lo necesita en este momento tan crítico.
“La idea surgió con un grupo de amigos con el que hicimos un curso de impresoras 3D en espacio Instrumenta. Elegimos un diseño de máscara y comenzamos con la producción. Todo de onda, a pulmón. Nos pareció una buena forma de ayudar desde casa a profesionales de la salud que están dejando todo por nosotros a causa de esta pandemia”, explicó Juan Manuel desde su hogar.
“Las hacemos con impresoras 3D por deposición aditiva, con un filamento plástico llamado PLA. La máquina demora 2:30hs. en imprimir cada una. Estamos armando un grupo. Tenemos unas 5 impresoras produciendo. Además, se sumaron unas chicas que las van a ensamblar poniéndole el acetato. Y otros, están juntando dinero para comprar insumo (filamento)”, señaló, para luego agregar: “Son para donar al Hospital Neonatal, Maternidad y Dispensarios. Hacen mucha falta en todos los sectores y me están contactando de muchos lugares. Para ayudar hacen falta cualquiera que tenga impresora 3D de filamento o rollos de filamento que quieran donar. Todo tipo de ayuda será bienvenida”.