Por Casandra Quevedo
Desde que se crearon las Cooperadoras Escolares en el país, sus principios y objetivos fueron claros: la integración de toda la comunidad educativa, la generación de procesos de democratización de la gestión educativa, la mejora de los establecimientos educativos, el fomento de las prácticas solidarias y de cooperación, la promoción de la igualdad de oportunidades y tratos, la promoción de la inclusión y de defensa de la educación pública.
Pero en el nuevo contexto que se dio en este año por la pandemia del coronavirus, las Cooperadoras dejaron de funcionar por el cierre de las escuelas y los protocolos de prevención aplicados, por lo que no pudieron seguir ayudando a los alumnos. En el caso de la provincia, la Cooperadora Escolar del colegio Leopoldo Lugones, no dejó de realizar esfuerzos para poder continuar con su función.
Silvia Nadra, directora de la escuela Leopoldo Lugones, comentó cómo se están organizando en el presente: “Las Cooperadoras no escapan a las reglas generales del ASPO. Desde que se suspendieron las actividades escolares, dejaron de funcionar. En el caso de la escuela Leopoldo Lugones, sólo asistimos los directivos y algún integrante de Cooperadora, en algunas ocasiones; para que pudieran repararse urgencias (de cerrajería y de cuestiones sanitarias)”.
Los padres de los alumnos, también se han comprometido en este proceso y suman su cooperación, de diferentes maneras, desde el inicio. En este sentido, la directora explicó: “El compromiso de la mayoría de las familias ha sido, siempre, acompañar el trabajo de la Asociación Cooperadora. En muchos casos, con aportes en dinero. En otros casos, ofreciendo su tiempo para hacer alguna reparación que ha sido necesaria”.
Hay familias que han ayudado en la reparación de mobiliario de la escuela; padres que han reparado y pintado algunos juegos instalados en el patio, y otros que pintaron murales para revestir las paredes del patio de los mas chicos de la escuela. Gracias a ellos y quienes trabajan de forma permanente en las cooperadoras, se han logrado muchas cosas a lo largo de los años.
Silvia Nadra contó cuál fue el logro más grande de la Cooperadora Escolar de Leopoldo Lugones: “El trabajo que se hace es inmenso: casi todas las reparaciones las hace la Cooperadora. En esto incluimos reparaciones eléctricas, de cerrajería, de puertas, y ventanas que se dañan; además de la compra de sillas y mesas para los estudiantes. En muchas oportunidades se han realizado reparaciones sanitarias. Otro logro fundamental es pagar anualmente el servicio de emergencias que cubre a todos los alumnos”.
El deseo que tiene la Cooperadora Escolar de Leopoldo Lugones es que cuando se pueda volver a la presencialidad, se siga haciendo el trabajo de siempre, que es acompañar a la labor docente y mejorar los espacios de trabajo.