Por Casandra Quevedo
Antonella Intile ya tenía su vida armada en Córdoba. Junto a su esposo y sus dos hijos vivían en barrio Lomas de San Martín, pero decidió dar un giro y animarse a cambiar de hogar. Hoy, ayuda a otros cordobeses que quieren “dar el salto” e instalarse en la ciudad de Valencia, España.
El cambio nunca es fácil, cuando la familia decidió dejar su vida en Córdoba, Antonella consiguió una plaza para poder estudiar la carrera de Derecho en España, mientras que su esposo (Carlos Castro), buscó trabajo referido a su especialidad (Tecnologías de la Información). Por su parte, sus hijos Santino y Agustín, se despidieron del Instituto Juvenilia, para adaptarse a una nueva escuela Europea.
En una conversación con EXPRESIÓN NORTE, Antonella expresó su fanatismo por el diario y contó en qué consiste un cambio de vida tan grande, que incluye principalmente más seguridad y una mejor calidad de vida.
¿Cómo surgió la idea de cambiar de país y empezar una nueva vida?
Nunca habíamos pensado en la idea formal de emigrar “como familia” ,quizás era un deseo o una expresión de deseo de mi marido y mi hijo mayor, pero de la que yo no era parte. Eso fue hasta que en Pascuas del 2019 sufrí un hecho delictivo en la puerta de la Parroquia San José y eso ,de alguna manera, ayudó para tomar “el empujón final” para decidir emigrar.
¿Cuándo viajaron? ¿Al hacerlo ya habían organizado el tema laboral y la educación de sus hijos?
Estuvimos aproximadamente un año trazando el plan. En cuanto a temas económicos, de documentación y averiguaciones, tuvimos la suerte de poder viajar solos mi marido y yo, para hacer una “reconocimiento territorial”-como lo llamamos graciosamente-. Teníamos todo organizado, pero el coronavirus echó por tierra todo eso. Aunque nuestro viaje estaba planificado para el 31 de marzo del 2020, recién pudimos viajar en septiembre, con mucha incertidumbre, pero con ganas de empezar una nueva vida. En cuanto a lo laboral sabíamos que no iba a ser de inmediato, porque lleva un tiempo que debe destinarse a “tramites”, pero se pudo resolver rápidamente. Respecto al colegio de los niños, no pudimos elegir porque solo una escuela tenía vacante (ya que llegamos y las clases habían empezado hacia un mes), pero así y todo elegiríamos una y mil veces esa institución. ¡Y ellos también porque están felices!!
¿A qué se dedican en España y a qué escuela van sus hijos?
Mi esposo se dedica al área de IT (Tecnologías de la información). Yo obtuve una plaza en una Universidad de aquí, donde estudio Derecho y la lengua oficial del lugar (valenciano). Nuestros hijos van a una escuela concertada (seria el equivalente a una escuela semiprivada), con doble jornada, que se llama “Jesús María Fuensanta” y está a pocas cuadras de casa.
¿Cuáles son las principales diferencias que encuentran entre su vida en España y la que tenían en Argentina?
Nos genera tristeza decir que encontramos diferencias abismales: aquí se camina “tranquilo” por la calle, usamos el celular mientras caminamos, nuestro hijo mayor sale con sus amigos y se va al cole solo, nuestros hijos andan en bici. Yo estoy enamorada del transporte público y de la logística (correos, envíos a domicilio). A veces me es increíble que todo “funcione”. Algo que también me sorprende un montón es que no ponemos llave a la puerta de casa y que los autos “duermen afuera”.
Antes vivían en Lomas de San Martín ¿Qué recuerdos tienen del barrio y de zona norte?
¡Los mejores! Vivimos allí 8 años. ¡Fueron los mejores 8 años de nuestras vidas! Recordamos la plaza “de la Virgen”, a nuestros vecinos. ¡Es un barrio tranquilo y con gente hermosa! Fuimos muy felices allí y sin dudarlo para nosotros fue el mejor barrio de todos los que vivimos.
Con tu familia se describieron como “fans” de nuestro diario, ¿Cuál era la sección de “Expresión Norte” que más les gustaba y qué usos le daban?
¡Si les mostrara mi teléfono, sabrían que aun tengo fotos de anuncios que guardé de allí! La leíamos completa, pero sin lugar a duda, la parte de servicios es increíble: Porque es de gente “del barrio”, entonces desde alquiler de muebles y vajillas para festejar mi último cumpleaños, hasta comidas y bebidas, o arreglos que había que hacer. Todos eran sacados de “la revi”. Incluso mi kinesióloga, peluquera y modista salieron de ahí. ¡Es súper completa la información! Y nos gustaba justamente eso, que era “gente del barrio”.
¿Qué le dirían a las familias que están pensando en mudarse al exterior?
Que se puede. Que no es fácil. Pero con previsión, organización (mucha), y ahorros para sostenerse el primer tiempo de tramites, se puede ir en “búsqueda de muchas cosas”. Fundamentalmente de calidad de vida y oportunidades inimaginables, sobre todo para nuestros hijos.
Conocé más sobre la experiencia de esta familia en: @cordobesaenvalencia