El histórico entrenador Lautaro González se despide de la dirección técnica del Club Poeta Lugones

Luego de más de 20 años de trabajo, el gran entrenador de Poeta se despide del club de sus amores. Formó una gran cantidad de camadas de jugadores, obtuvo títulos importantes y fue parte de la transformación de la institución. "Le quiero agradecer al hincha tantos años de apoyo, de estar con nosotros y seguirnos a donde sea. Kilómetros y Kilómetros apoyándonos. Tengo mucho agradecimiento al club, no me voy a olvidar nunca del homenaje que me hicieron. Mi sangre es amarilla y verde", comentó el histórico entrenador, en diálogo con Expresión Norte.

Por Tobías Ochoa

Los símbolos deportivos todavía existen. Personas que inspiran a que otros se sumen a colaborar y formar parte de una causa noble. La trascendencia y el respeto que estos símbolos adquieren no requieren de grandes hazañas deportivas o resultados memorables, sino de valores simples y acciones que motiven a que otros sigan el mismo camino.

En un mundo regido por el resultado como única materia, el entrenador Lautaro González logró cambiar el paradigma y mostrarle a todo un club que lo importante es la calidad humana de sus integrantes. Así, generaciones y generaciones de jugadores pasaron por el Club Poeta Lugones, formandose bajo los valores de González.

“Formar personas” es uno de los objetivos por los cuáles trabaja un club de barrio como lo es Poeta Lugones. Lejos de la competencia o el resultado deportivo, el histórico entrenador Lautaro González educó a personas más que a deportistas. Su hazaña más grande y que trascenderá en el tiempo es la educación a través del deporte.

“Cuando llegué al club era un chico de 7 años y mis viejos vivían frente al club. En esa época no era un club todavía, era una escuelita de básquet dentro de una cooperativa que funcionaba en el lugar. En aquella época era solamente una canchita iluminada por un par de reflectores, ubicada mucho más atrás de donde está actualmente. Obviamente sin techo. Recuerdo el estar todo el día ahí, con mis amigos de toda la vida. A mis amigos actuales los conocí ahí, en el club”, contó Lautaro, acerca de sus comienzos en la institución.

“El crecimiento hasta la actualidad fue inmenso, con solo mirarlo y recordar como era el club hace más de 30 años. Deportivamente también, tuvo un crecimiento increíble. Sobre todo en cuanto a la cantidad de personas que asisten al club diariamente para practicar cualquier disciplina, sea básquet, vóley, patín o newcom”, agregó.

Su primera temporada como entrenador se remonta al año 2000, comenzando su labor en la categoría “mosquito”. En aquella época el número de jugadores que realizaban prácticas en mini básquet no superaba los 40. Gustavo Striker fue quién lo acercó a trabajar en el Club y lo animó a ser entrenador.

La dinámica de trabajo de González se simplifica a los valores con los que trabaja un club de barrio: formar personas. “No pasa por ser un club super competitivo ni tener objetivos de resultados, de eso estamos seguros que nunca fueron nuestros objetivos”, afirma Lautaro.

Con el paso del tiempo, más personas se fueron sumando para trabajar con él en Poeta. Facundo Luna y Facundo Rossi fueron los primeros en formar parte del equipo de trabajo de González, a medida que los entrenadores cambiaban en cada categoría mientras que ellos permanecían en sus puestos.

“El hecho de ver tantas camadas que pasaron por nuestras manos que hoy no jueguen más al básquet, pero que hayan participado en tantas categorías juntos, y que hoy sean los amigos de su vida, marca que hicimos algo bien. El objetivo principal se cumplió, de formar buenas personas, personas de bien”, resalta emocionado González.

La vida por los colores

El Club Poeta Lugones tiene una lugar de gran importancia en la vida del entrenador. Sus amigos que lo acompañan hasta el día de hoy son aquellos que conoció en sus comienzos en el Club. “Fui, soy y voy a ser hasta el último día de mi vida muy hincha del club”, afirma con total orgullo.

Dirigió de mosquitos a primera, categorías formativas, ligas provinciales, selecciones de Córdoba y selecciones provinciales. Además, fue el entrenador que condujo al equipo que se consagró campeón asociativo en el año 2019, en lo que fue hasta ahora el único título en la historia de la institución.

Respecto a los motivos por los que se marcha del club, argumentó: “No hay un motivo en especial, es un combo de muchas cosas, principalmente el desgaste, muchos años adentro del club. La vida del entrenador es medio jodida, estamos todos los días acostándonos tarde y al otro día madrugando para ir a trabajar. Pero ojo, no lo digo en el mal sentido, si nosotros elegimos vivir de esta forma es porque nos da satisfacción”.

Finalizando la entrevista, Lautaro, o simplemente “Profe Lau” como lo conocen sus dirigidos, dejó un claro mensaje para la familia del Club.

“Es un club hermoso, lleno de gente increíble. Que se acerquen a ayudar, a participar como sea. Ojalá que lleven a sus hijos al club, que tengan una vida deportiva llena de satisfacciones, de amigos y que disfruten así como me tocó disfrutar a mí. Si quieren buscar que su hijo sea el próximo Michael Jordan que busquen otro club”, finalizó.