Los aromas cálidos que brotan del centro vecinal de barrio Los Paraísos, al norte de la ciudad de Córdoba, no solo anuncian la hora del almuerzo: son señales de esperanza. Cada mediodía, entre las 13 y las 14, un puñado de voluntarios entrega viandas a quienes, en muchos casos, no tienen otra comida en el día. Así nació el Comedor de los Abuelos, una iniciativa vecinal que ya se convirtió en sostén indispensable para 36 adultos mayores, con 15 más en lista de espera.

Todo empezó con un pedido urgente: un grupo de jubilados se acercó al centro vecinal después de que les suspendieran las viandas del centro de jubilados local. “Nos vinieron a pedir ayuda, estaban desesperados. No podíamos mirar para otro lado”, cuentan desde el Centro Vecinal. Desde ese momento, la cocina se puso en marcha con apenas diez porciones. Hoy, el número se cuadruplicó, y la demanda no deja de crecer.

El comedor funciona de lunes a viernes en las instalaciones del centro vecinal. Allí, los voluntarios preparan y entregan los almuerzos con esfuerzo, creatividad y sobre todo, mucho corazón. “Además de la comida, si nos donan medicamentos y sabemos de algún abuelo que lo necesita, también tratamos de ayudar en eso”, agregan.

El comedor funciona de lunes a viernes en las instalaciones del Centro Vecinal Los Paraísos (Francisco Valles 2617) entre las 13 y 14hs. Se entregan almuerzos con esfuerzo, creatividad y sobre todo, mucho corazón.

“Sino los ayudamos nosotros, no comen”

Lejos de ser un espacio estatal, este comedor se sostiene exclusivamente con fondos propios, rifas solidarias, eventos especiales, donaciones de vecinos y comerciantes de la zona. No recibe ningún tipo de ayuda del gobierno ni municipalidad. “La idea era que fuera algo temporal, hasta que volvieran las viandas oficiales. Pero hay abuelos y vecinos que no están en ningún programa, y si no los ayudamos nosotros, no comen”, expresan con preocupación.

El pasado sábado, para juntar fondos, realizaron un Bingo Solidario. La jornada, llena de risas, premios y abrazos, tuvo un único objetivo: juntar dinero para seguir cocinando. Porque detrás de cada plato hay una historia, una necesidad, y muchas veces, un abrazo que calma.

“El comedor de Los Abuelos se sostiene exclusivamente con fondos propios, rifas solidarias, eventos especiales, donaciones de vecinos y comerciantes de la zona. No recibe ningún tipo de ayuda del gobierno ni municipalidad”

¿Cómo colaborar?

Pero la tarea no es fácil. Los recursos no siempre alcanzan. Por eso, desde el comedor hacen un llamado a la comunidad: “Todo aquel que pueda colaborar con alimentos no perecederos, verduras, carne o medicamentos será bienvenido. De lunes a viernes, de 10 a 15, estamos en el centro vecinal y recibimos todo con el corazón abierto”, insisten.

La meta ahora es poder sumar más manos y recursos para llegar a los adultos mayores que están en lista de espera. “Tenemos la ilusión de mantener esto en el tiempo. Sabemos que no podemos solos, pero confiamos en la gente. Ya nos demostraron que con solidaridad todo se puede”, dicen.

En una época donde los gestos simples marcan la diferencia, el Comedor de los Abuelos no solo llena panzas, sino que alimenta la dignidad. Porque un plato caliente, a veces, es más que comida: es un acto de amor, de resistencia, de comunidad. Y en Los Paraísos, ese milagro ocurre todos los días.

¿Querés sumar tu ayuda? Podés acercarte de lunes a viernes al Centro Vecinal Los Paraísos (Francisco Valles 2617) entre las 10 y las 15hs., o comunicarte a través de sus redes sociales. ¡Todo gesto, por pequeño que sea, suma!

Más info: centro_vecinal_los_paraisos / Cel. 3515464043