A los 18 años de edad, Erica Romera elaboró su primera torta de bodas, y hoy no solo se dedica a elaborar “arte” para estas ocasiones, sino también para cumpleaños, aniversarios de empresas, y hasta simplemente “para sorprender” en cualquier ocasión, ya que lo que busca con sus creaciones es brindar una experiencia visual, emocionar y sorprender tanto al agasajado como a los invitados.
Su experiencia en Estados Unidos, donde se capacitó durante 10 meses en pastelería, calidad y seguridad alimentaria en el año 2018, no solo le permitió perfeccionar técnicas, sino también enfocarse en la presentación y el embalaje del producto, reconociendo la importancia también del detalle en la entrega del mismo.
Es que en “Erica Romera Pastelería”, cada torta es mucho más que un postre; es una obra maestra de arte comestible. Con una habilidad excepcional y una atención meticulosa al detalle, Erica recrea escenas y objetos tan realistas que resulta difícil creer que están hechos de azúcar y fondant.
Desde Elsa de Frozen para un cumpleaños infantil hasta un rifle Winchester para un apasionado por las armas se anima a elaborar en detalle Erica, quien afirma que el costo de sus creaciones depende del diseño que el cliente quiera, y no de los kilos que sean.
Así, desde réplicas de mascotas hasta recreaciones de obras de arte famosas, no hay límites para su imaginación. Cada encargo es un desafío emocionante que abraza con entusiasmo, y el resultado final siempre deja boquiabiertos a sus clientes fusionando la pastelería con el arte.
“Con una habilidad excepcional y una atención meticulosa al detalle, Erica recrea escenas y objetos tan realistas que resulta difícil creer que están hechos de azúcar y fondant”
Arte en tortas
De este modo, lo que comenzó como un pasatiempo se convirtió rápidamente en un negocio próspero gracias al boca a boca y a la magia de las redes sociales. Las fotos de sus creaciones inundan las plataformas digitales, atrayendo la atención de amantes del dulce de todo el mundo.
Pero más allá de la impresionante apariencia, las tortas de Erica también son un deleite para el paladar. Con una combinación cuidadosamente equilibrada de sabores y texturas, cada bocado es una experiencia sensorial que deja una impresión duradera.
Para Erica, cada torta es una oportunidad para hacer realidad los sueños de sus clientes y llevar un poco de magia a sus celebraciones. Su pasión por la pastelería se refleja en cada creación, y su dedicación al oficio la han convertido en una de las pasteleras más buscadas de la región.
En un mundo donde lo extraordinario y lo delicioso se encuentran, Erica Romera Pastelería es el lugar donde los sueños se convierten en realidad y los pasteles se transforman en obras de arte.