Gabriel Alejandro Riartes De Coppi (34 años) nació en B° Alberdi y vivió durante un tiempo en Villa El Libertador y B° San Martín. Desde muy pequeño, siente pasión por la música y admiración por el “Potro” Rodrigo. Desde hace un tiempo, el “Cordobés” como lo llaman en Buenos Aires, ha dedicado su talento a rendir tributo al legendario cantante con sus propias versiones, las cuales resuenan profundamente en los corazones de quienes las escuchan. Su música no solo es una representación artística, un homenaje, un tributo, sino también una invitación emotiva a regresar al pasado y revivir la magia del inigualable Rodrigo Bueno.
“Mi pasión por la música nace desde muy chico, cuando mi tío ponía canciones de Roxette, Queen, Scorpions, en los vinilos; y el cuarteto – por otra parte – desde muy niño los acompañaba a los bailes de La Mona a mi padrastro y Tío que trabajaban en el Staff, entonces veía todo el armado del escenario, escuchaba los ensayos y pasábamos cada finde semana ahí, hasta que terminaban los Shows. En la semana, recuerdo que venían sus músicos a comer a mi casa”, repasó Gabriel, quién actualmente se encuentra radicado en Palermo (Buenos Aires), a la hora de referirse a su vínculo con la música y el “tunga tunga”, y agregó: “Aprendí a cantar con ayuda de mi Tío Alejandro, quién siempre supo que había algo en mí. Después tomé clases de vocalización 2 o 3 meses en VocalOne, academia donde fuí compañero de Euge Quevedo. Mis referentes en la música son el “Potro” Rodrigo y Gustavo Ceratti”.
“El Potro”, una fuente de inspiración eterna
¿Cómo nació tu admiración y fanatismo por el “Potro” Rodrigo?
Cuando tenía unos 7 años, aproximadamente. Revisando en las cajas de cassettes de mi padrastro, encontré: “Lo mejor del Amor”. Me acuerdo que me llamó mucho la atención su sonrisa y su nombre: Rodrigo. Desde ahí, cada vez que traían un casette nuevo, me los aprendía de memoria a los temas. No pude verlo en vivo pero sí recuerdo que mi mamá me prometía llevarme a verlo siempre. Se lo reproché el día que él ya no estuvo.
¿Cómo tomaste su partida?
El día que Rodrigo falleció y se fue de gira, recuerdo estar en mi casa. Mi familia tenía un grupo de Rock que se llamaban Los Magníficos; estaban grabando “I Love Her de The Beatles” y me quedó en la memoria ese momento de estar despierto, mirando Crónica TV y llorando como si se hubiese ido un familiar mío. Recuerdo que eso fue un antes y un después en mi vida… ¡No lo podía creer!
¿Qué sentís al cantar sus canciones y al parecerte tanto con su voz?
Cuando canto sus canciones siento una sensación inexplicable, desde euforia, piel de gallina, adrenalina. Es impresionante. Realmente no me escucho como él. Será que desde niño lo escuché tanto que a la hora de cantar, me escucho más como yo mismo. Creo que el Potro es una leyenda viviente porque después de 24 años, él con su música y su obra trascendieron por sobre todo. Hoy en día, vas a un baile, fiesta o show y en el momento que suena una canción de Rodrigo, ese es el momento donde explota la noche. Por otra parte Rodrigo rompió todas las fronteras desde las sociales, y también en llegar a muchas partes del mundo sin siquiera en su momento existir redes sociales y demás. Era el boca a boca, el disco a mano. Cuándo realmente se vendían los discos, el loco se la bancó así. Y eso es digno de admirar. Fue un adelantado. Un distinto. La canción que más me gusta cantar de Rodrigo es el tema “El Potro y La novia de Dios”, y los temas que más me marcaron son: “Un largo camino al cielo” y “Me extrañaras”.+
“El día que Rodrigo falleció y se fue de gira, recuerdo estar despierto, mirando Crónica TV y llorando como si se hubiese ido un familiar mío. Recuerdo que eso fue un antes y un después en mi vida… ¡No lo podía creer!”
“Como el Potro, tengo amor leal por la música”
¿Tuviste o tenes algún contacto con Ulises, su hermano, o el hijo o mamá de Rodrigo?
Si tuve contacto con Ulises, en algún momento de mi vida, cuando era adolescente, trabajé para él. Con Ramiro, el hijo de Rodrigo, somos amigos de toda la vida. Viví muchos años en su casa de Buenos Aires. Respeto a todo esto que hago cuento con el apoyo de “Rami” siempre. Es un Genio, es tal cual su papá, aunque su camino musical es otro, es algo que lo lleva adentro y él es el verdadero “Heredero” de todo esto. De Betty, la Mamá del Potro, guardo charlas muy bonitas de tantos momentos compartidos en los que siempre me apoyó y me decía: “Vos canta donde sea: peñas, plazas, bailes, pero siempre hacelo con el corazón y sé vos mismo”.
¿A dónde te presentas habitualmente?
Actualmente, estamos dando shows en Entre Ríos, que ha sido un lugar que me abrió muchas puertas. También en Capital Federal. Ahora estamos preparando una gira por todo Buenos Aires a partir de mayo con una proyección Nacional. Hago temas de “La Mona” también, algún que otro de Walter Olmos, y covers mexicanos adaptados al género.
“Creo que el Potro es una leyenda viviente porque después de 24 años, él con su música y su obra trascendieron por sobre todo. rompió todas las fronteras desde las sociales y llegó a muchas partes del mundo sin siquiera en su momento existir redes sociales y demás. Fue un adelantado. Un distinto”.
¿Qué cosas crees que tenes del “Potro” y cómo te definís como cantante?
Del Potro lo que creo que tengo es el amor leal por la música. Pelear por el derecho de los músicos y el amor por las mujeres (risas). Como cantante, me considero buen músico, creo que aún no exploté el 100% de lo que llevo y esperemos poder seguir haciendo esto que tanto amamos.
¿Cuáles son tus sueños y proyectos?
Sueño con poder tocar este estilo de Cuarteto, en Miami, México, España, en lugares donde ya sabemos que suena esta música pero seria muy lindo armarse de valor y animarse a salir de acá. Es mi mayor meta. Proyectos para este año hay muchos, entre ellos deseo tocar en un estadio donde trabaje unos añitos, y en el cual cada vez que hacíamos el armado de escenario, me paraba ahí y soñaba estar haciendo cuarteto para la gente. Por que esto es por y para la gente que tanto pide y necesita de esta música, en estos momentos tan difíciles que estamos pasando todos. El mensaje de alegría y esperanza de que siempre se puede, es lo que queremos dejar. Los sueños hay que vivirlos, cumplirlos pero buscarlos para que sucedan.