Los cybercirujas es una movida que nació para dar repensar cómo utilizamos y vivimos con nuestros aparatos electrónicos. Todos los últimos sábados de cada mes, se reúnen en la Feria Agroecológica de Córdoba, entre los puestos de verduras y el Data Center de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). Allí, los interesados pueden llevar CPU, monitores, cables, celulares, consolas, baterías, UPS, notebooks y componentes para compartir. A su vez, las personas que necesiten alguno de estos elementos pueden ir a buscarlos de forma gratuita. De este modo, en ese espacio, comparten aparatos electrónicos, piezas de computadoras, mates y consejos informáticos.
Este “grupo de nerds” o “hacktivistas”, como define Cristián Rojo, cyberciruja, busca darle una vuelta a la lógica de consumo que imponen las grandes empresas de electrónica: comprar, usar y tirar.
“En el 2020, mucha gente quedó sin acceso a derechos básicos como la educación porque las clases eran online. También había personas que no podían trabajar por no tener computadora o acceso a internet”, señala Cristian.
Los cybercirujas se reúnen los últimos sábados de todos los meses de 9 a 13 horas frente al Data Center de la Universidad Nacional de Córdoba, Ciudad Universitaria. En ese lugar, reciben donaciones y entregan aparatos electrónicos y brindan consejos sobre computación.
En base a estas necesidades, un grupo de personas con interés en la informática comenzó a tejer una red de ayuda para brindar acceso a recursos tecnológicos. Desde la virtualidad, implementaron dos acciones: La recirculación de hardware y Talleres de informática.
La recirculación de hardware consiste en buscar computadoras o componentes que están en desuso o rotas para repararlas y entregarlas a las personas que lo necesitan.
“Yo creo que si cualquiera pregunta a su familia o grupo de amigues, van a encontrar más de una computadora que está acumulando polvo y desperdiciándose”, comentó, para luego aclarar: “Recircular no es reciclar. Es darnos cuenta que tenemos aparatos funcionales en casa o en la oficina y que están ociosos. A veces puede ser el equipo entero y otras veces puede ser sacar las piezas funcionales de una computadora o impresora que puedan servir en otros equipos”.
Por otro lado, los talleres de informática consistían en charlas online donde un especialista explicaba cómo hacer reparaciones básicas a la computadora o cómo agregar o reemplazar diferentes componentes (discos duros, memorias RAM) para optimizar su funcionamiento y extender la vida útil del aparato.
“Esta movida no está reservada a especialista. Es para cualquiera que quiera tomar ciudadanamente su participación en computación. Yo puedo donar este equipo o puedo compartir estas ideas con mi familia o mi círculo”, remarcó.