Madre hay una sola… y como estos equipos de trabajo, ¡También!

Compañeras de trabajo y de la vida… Madres e hijas que no solo comparten el vínculo afectivo y de sangre, sino también un mismo espacio laboral. ¿Cómo viven la experiencia? Se lo preguntamos a Adriana y Sofía, responsables de “Farmacia Cabrera”; y a Silvia y María Julia, de “La María deco tienda”.

Por: Lic. Javier Alday

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Quienes visiten Farmacia Cabrera, en B° Lomas de San Martín (Av. Monseñor Pablo
Cabrera 2724), se encontrarán con la buena onda y el profesionalismo de Adriana (46 años) y Sofía (26 años); madre e hija que comparten sus días de trabajo a la par. “Adri” es Farmacéutica y Directora Técnica de su comercio; mientras que su hija es diseñadora de indumentaria, pero “las cosas de la vida y mi mamá farmacéutica, me llevaron a abrir nuestra farmacia”, comentaba “Sofi”.

Por su parte, Silvia Adriana Almena (54 años) y María Julia Pereyra Almnea, (32 años), también hacen de su emprendimiento otro espacio de encuentro para compartir buenos momentos. Ambas formaron “La María deco tienda”, una tienda on line que ofrece productos de decoración para el hogar realizados de manera artesanal y personalizados. La iniciativa se complementa con sus profesiones de abogadas, por lo que los libros de Derecho se entremezclan con las agujas: Silvia desde Carlos Paz y Julia desde B° Poeta Lugones.

¿Y si trabajamos juntas?

La pregunta en algún momento fue pensada y expresada… el instante en el que la idea de formar un equipo, luego se hizo realidad. Desde Farmacia Cabrera, Sofía recordaba que diciembre del año 2018 decidió ayudar a su mamá: “Yo había dejado de trabajar en una empresa cuando fui mamá en enero del 2018, y decidí emprender una marca de bebés desde mi casa ejerciendo mi profesión. Mi proyecto se llama ´Hola Mundo´, que hasta el día de hoy continúa. Al estar en casa, tenía tiempo para darle una mano a mi mamá. Fue entonces cuando planificamos abrir una Farmacia y apostar a un sueño”.

La génesis de “La María deco” tienda, también se inspiró en el vínculo entre sus
protagonistas: “La idea de un emprendimiento juntas madre e hija comenzó en marzo de 2017, aunque con otro nombre. El objetivo era armar algo con nuestros hobbies, para ocupar nuestros ratos libres y que mi mamá tuviera un proyecto para cuando se jubile, ya que sabía tejer al crochet gracias a que su suegra le enseñó de joven”, señaló la “multifacética” Julia.

Una experiencia sin igual

Finalmente, cuando la idea se concretó, las experiencias de trabajo en conjunto de
madres e hijas, fueron y son totalmente positivas. Desde Farmacia Cabrera, “Sofi”
aseguró: “Es hermoso crear un espacio juntas y compartir aprendizajes, no tiene precio. Además somos tres generaciones, porque mi hija Isabella nos acompaña. Ella abre bolsas y guarda los productos; llena de vitalidad y energía nuestro negocio y tiene muchos amigos y amigas que son clientes que le dicen <la cajera>” (sonríe).

Por su parte, desde “La María deco”, Silvia dijo que se trata de “una experiencia muy
rica el compartir pasiones y acompañarnos. Si bien cada una tiene su hogar, este emprendimiento nos une, nos permite ese espacio juntas. Unimos mi experiencia y sus ideas modernas, teniendo siempre como eje el amor madre/hija”.

Tal para cual

Dividir tareas, separar roles, organizar tiempos, distribuir actividades, compartir responsabilidades… Cuando “el todo es más que la suma de las partes”, el trabajo en
equipo es genuino. “Nuestro vínculo nunca se vería afectado por nuestro negocio. Mi mamá es una luchadora y la admiro muchísimo. A sus estudios en la facultad los terminó con dos hijos, con lo que eso conlleva”, expresó Sofía de la Farmacia Cabrera.

A esto, Juli de “La María Deco”, agregó: “Nuestra relación afectiva no interfiere en nuestro emprendimiento, porque tenemos un excelente vínculo. No recuerdo haber tenido ninguna pelea personal, por lo que no afecta lo profesional”.