
La Plaza San Martín de Córdoba se ha convertido en el corazón de una corriente de esperanza: cada día, cajas y bolsas con juguetes nuevos o usados llegan de la mano de vecinos que se emocionan con la misión de Silvia Falabella y Ricardo Arias.
Ellos viven en La Calera – Dumesnil, y son padres de Leila, una niña de seis años que desde pequeña convive con una cardiopatía compleja y arritmias, no son solo organizadores de esta colecta; son protagonistas de una historia de solidaridad nacida entre pasillos de hospital y noches en vela al lado de una cama médica.
Desde que su hija comenzó a enfrentar internaciones y tratamientos entre el Hospital de Niños de Córdoba y el Hospital Garrahan en Buenos Aires, sus vidas se transformaron. No solo por la lucha diaria por la salud de Leila, sino porque observar el sufrimiento de otras familias los movilizó a ofrecer algo más que una palabra de aliento.

“Hace un año comenzamos a darle de comer a personas en situación de calle, tanto en la Plaza San Martín como en la Terminal de Ómnibus. Mi esposo es albañil, plomero, jardinero… hace de todo; y tenemos 5 hijos. Luchamos y sufrimos mucho con la enfermedad de Leila, y esta situación nos llevó a abrir el corazón y ayudar a los demás”, explica Silvia, para luego agregar: “Nuestra hija quiere que esta Navidad cada niño pueda tener un juguete y algo rico para comer. Nosotros somos simples trabajadores, no somos fundación, no somos comedor, no somos organización… Todo sale de nuestro bolsillo, con mucho sacrificio, esfuerzo e ingenio”.
Su nena tiene una cardiopatía y por esa situación, se movilizaron para ayudar a niños y personas que no la pasan bien. Sacan de sus propias fuerzas y recursos para dar una vianda, y para estas fiestas… regalar una sonrisa.
Corazón en acción
“Un juguete nuevo o usado o alguna golosina o garrapiñada, budín, pan dulce o turrón, todo ayuda”, repiten con humildad quienes han visto cómo una pequeña acción puede iluminar una expectativa entera de ilusión en un niño. No cuentan con una organización grande, ni con subsidios oficiales; su motor es la empatía y el esfuerzo cotidiano que proviene de su propia historia.

Las jornadas de entrega de viandas calientes y café no son nuevas para esta pareja. Lo que sí es más reciente y emotivo es ver a familias completas acudir a la plaza con sus hijos, buscando un gesto de cariño, una muñeca para una niña, un autito para un varón, un abrazo para los que sienten el frío de la calle.
La colecta se realiza en vísperas de las fiestas, cuando el contraste entre los que festejan en hogares cálidos y los que duermen bajo cielo abierto se hace más evidente. A través de redes sociales y el boca en boca, la iniciativa ha convocado a pequeños comercios, estudiantes y ciudadanos anónimos que donan desde peluches hasta juegos de mesa.
La entrega de todo lo recolectado será el próximo lunes 22 de diciembre en la Plaza San Martín y promete ser una verdadera fiesta: “Deseamos que los niños pasen una Navidad distinta, que puedan tener un juguete y una cosa rica para comer. Es por eso que vamos a entregar una vianda con postre y algo dulce para compartir en familia. Además, entregaremos los juguetes nuevos o usados a los niños en situación de calle junto con garrapiñadas. Estaremos disfrazados de Papa Noel, Hadas y Duendes… ¡Va a ser una fiesta! Queremos que los niños en situación de calle sepan que Dios los ama, y que hay gente de buen corazón dispuestos a ayudarlos y a acompañarlos”, afirma la mamá de Leila.

Además de la entrega principal en Plaza San Martín, se ha coordinado con voluntarios para que los juguetes lleguen también a familias que no pueden desplazarse, reforzando así la dimensión humana de la campaña.
El próximo lunes 22 de diciembre en la Plaza San Martín entregarán todos los juguetes recolectados para los niños en situación de calle, junto a una vianda, postre y garrapiñas para sus familias. “Queremos que los niños en situación de calle sepan que Dios los ama, y que hay gente de buen corazón dispuestos a ayudarlos y a acompañarlos”, afirman Silvia y Ricardo.

Para Silvia y Ricardo, el mayor regalo no es sólo ver la sonrisa de un niño, sino saber que una comunidad se unió en un gesto de amor solidario. “Esto no es solo por nuestra hija, es por todos los niños que merecen una Navidad con ilusión”, cuentan con la voz quebrada por la emoción.
Si querés colaborar con esta acción solidaria podés contactarlos al 📲 3543 205365 —toda ayuda suma para que ninguna sonrisa quede sin brillo en estas fiestas.-
Más info: Ricardo Arias






