“Oye no solo hace galletas selladas, Oye crea momentos”

"Tú pones el coraje, nosotras horneamos el mensaje. Abres la lata y Oye la Galleta", expresan desde este emprendimiento de galletas que es furor en Córdoba y se está expandiendo a pasos agigantados en Buenos Aires, Mendoza y Santa Fe.

Por Casandra Quevedo

Oye

Al conocer la historia de algunos emprendimientos, nos podemos dar cuenta que son mucho más que el producto o servicio que ofrecen. Algunos de ellos transmiten muchos significados o valores, que quedan plasmados en cada uno de nuestros sentidos. Esto es lo que genera “Oye la Galleta“.

Sobre el espíritu de este negocio familiar, sus dueñas expresan: “Oye no solo hace galletas selladas, Oye crea momentos, ese es nuestro objetivo. Incluso, somos fans de las personas y su frescura”. Este pensamiento fue lo que llevó a tal crecimiento del emprendimiento desde el 2019 a la actualidad: “Oye lo que quiere es enamorar, hacer sonreír, hacer pensar con descanso, transmitir un valor. Estamos seguros de que Oye es más que leer la galleta, por eso también escribimos el libro”, agregaron.

Hoy en día, además de la venta de galletas selladas, tienen toda una producción que va desde teteras y tazas de cerámica, hasta postales y combos de meriendas. En esta entrevista, Florencia, una de las hermanas a cargo, nos adentró a su mundo, en donde desde “Oye” dejan muchos más mensajes de amor y esperanza, de los que plasman en esas galletitas que hornean con tanto amor.

¿Cómo y cuándo surgió “Oye la Galleta”?

Oye la Galleta surgió a mediados del 2019. Fue una idea de Griselda. Ella es marketinera y quiso crear una marca que enamore, ese fue su desafío. Por varios años, ella asesoró a emprendimientos y empresas en el área de marketing, y deseaba poder diseñar productos femeninos, coleccionables y que apunten directamente a las emociones. Quería trabajar para crear momentos de mucha felicidad. En ese contexto, tener un emprendimiento que se gestione desde su casa le permitiría seguir cuidando a nuestra abuela que ya tenía 98 años, y requería mucha atención.

¿Quiénes forman parte del equipo y cuáles son sus roles?

Al comienzo Gri estaba sola, ella sellaba y horneaba las galletas. También fabricaba las cajas y hasta se encargaba de la distribución. La artesana cerámista que hacía sus tazas no podía responder a la demanda, entonces, nos involucraron a mamá y a mí (su hermana mayor) en el área de cerámica. Nuestra hermana más chica se sumó a sellar y hornear galletas. Pocas semanas después, nuestro padre estaba solucionando la producción y compra de packaging y se sumó en el reparto.

¿Cómo se organizaron cuando el proyecto comenzó a crecer?

Con el comienzo de la cuarentena, la demanda fue creciendo y se creó el primer taller de bizcochos de cerámica. Actualmente Oye cuenta con tres talleres de estos y uno de pintura en donde pintan 4 personas a diario. Atención al cliente es un área que lleva poco más de un año y allí trabajan dos personas. En reparto hay de 3 a 4 repartidores. En empaquetado, una persona se encarga de las cajas de meriendas, que son la amas difíciles de armar, y el equipo de sellado de galletas también creció. Oye funciona también gracias al trabajo de nuestro programador de la web, y de Yona (fotógrafo).

¿Cómo se les ocurrió la idea de que sus galletas digan un mensaje? ¿De qué tipos son?

Esa idea de galletas con mensajes tiene que ver con que en el proyecto que ella estaba buscando armar tenía que tener algún elemento comestible, algo lleno de sabor. Su plan era que el producto que diseñara dejara ese sello de sabor en la experiencia. Las galletas eran lo más factible de pensar y trabajar y, simplemente, se le ocurrió que tengan algo escrito. Las galletas son de sabor manteca y dulces.

¿Cómo relacionan las historias de las películas y los actores que tanto amamos del cine, con su producción de galletas?

En el caso de las historias de Instagram, son creadas por Griselda, ella lo que hace es rescatar esos momentos cotidianos, idílicos y hasta vergonzosos de los personajes de películas (que tanto se parecen a ella y a todo nuestro público). Y no solo pasa con las historias, sino que cada colección de teteras, meriendas, el libro, las postales, y productos tienen un detalle, una historia atrás, y un concepto que siempre va al alma. Por ejemplo, en la merienda Gloriosa Vida, inspirada en la leucemia de nuestra mamá, el concepto es: “cada día es un regalo”.

¿Qué promociones o combos tienen actualmente para vender de sus galletitas? ¿Qué otros productos ofrecen?

En Oye hoy trabajamos con el “Combo Oye”, que es una caja con dos postales, una taza y una lata con galletas escritas. También hay dos meriendas que tienen un stock determinado. Ahora están la Bosque Azul y Gloriosa Vida. Aparte de las galletas y una taza, van un sándwich y tres porciones dulces. También la Bosque Azul tiene un soporte de metal con jugo y leche, y Gloriosa trae una limonada. Además, se está viniendo algo nuevo que queremos que se pueda presentar a finales de noviembre, llevará la galleta. Y aparte, tenemos teteras y un libro. Estos dos productos no llevan galletas pero también llegan al corazón.

¿Qué significó en lo personal para ustedes la colección “Bosque Azul”?

Busque Azul, se inspiró en ese momento de la vida en que crees que no hay salida, que estás perdido, solo, y el mundo acecha. Cuando las cosas a tu alrededor se ven tenebrosas. La idea era la de crear una merienda que te diga, por ejemplo, “feliz cumpleaños”. Pero que se inspire en un momento tan duro, tiene que ver con la otra parte del concepto, y es que ese momento se termina. Y que eso tenebroso que hoy te acompaña, es pasajero, incluso quizás está acompañándote, por ejemplo, esas estrellas que no se ven. Para Oye fue un desafío muy lindo, porque fue la primer merienda que pudimos vender con franquicias en otras ciudades y que daba solución a problemas del orden de las cosas dentro de la caja.

¿Que proyectos a futuro se vienen para Oye La Galleta?

Primero, el combo nuevo, qu es una sorpresa que se viene anticipando en las redes. Vamos a traer un pedacito de cielo a tus manos. Llega con la apertura de dos nuevas franquicias, en Mendoza y en Rosario. Después, desde adentro, los desafíos tienen que ver con crear un equipo de trabajo fuerte, dónde se descentralice un poco la comunicación. Y por supuesto, ampliar la capacidad productiva de los talleres de cerámica, no solo en cantidad sino también en tipos de productos.

Contacto: @oyelagalleta