Por Casandra Quevedo
Ante los incendios que se produjeron en los últimos meses en la provincia de Córdoba, son varios los proyectos que han surgido con el objetivo de reparar el gran daño en el medio ambiente. Uno de los más interesantes, es el que lleva a cabo Rubén Álvarez, que desde hace 5 años germina árboles en la cocina de su departamento en la Torre Ángela.
En una entrevista con Expresión Norte, el vecino del Centro de Córdoba contó en qué consiste este proyecto que comenzó hace 5 años y se volvió algo mucho más grande y vital para las Sierras.
¿Por qué decidiste hace 5 años montar un vivero de especies nativas en la cocina de tu departamento?
Bueno en realidad hace muchos años encontré en un paseo de campo una hermosa vaina de espinillos y la guarde como adorno en una mesita. De hecho, me mudé de casa como tres veces más y hace cinco años la encontré de casualidad. Decidí ver qué pasaba si la sembraba, pero no sabía cómo hacerlo, así que comencé a investigar y leer por un lado y por otro, hasta que creí que estaba listo para germinar las semillas ¡y así fue! Pude lograr 12 hermosos plantines de los 18 que tenía esa vaina. Como el único lugar con sol que tenía en mi departamento era la cocina, puse todas las macetas en la mesada. Tengo que aclarar que no poseo ni patio ni balcones, así que no tuve de otra que convencer a mi esposa la cual me ayudó mucho.
¿Qué especies comenzaste plantando?
A partir del hecho de poder ver cómo nacían y crecían mis arbolitos, me pasaba muchas horas hablando con ellos y cuidándolos. Muchos fueron regalados y otros trasplantados en espacios urbanos. A partir de allí siempre produje nativas, sobre todo espinillos. Pero tenía lugar para 18 macetas y cada una de ellas tenía que estar un año entero dentro de casa, razón por la cual ya no podía seguir sosteniendo eso y por suerte surgió una ayuda.
¿Es verdad que te gustaría montar un invernadero en los SRT? ¿Cuál es tu objetivo con ese proyecto?
Si me encantaría, ya que yo trabajo en el multimedio que pertenece a la UNC y puedo contar con la ayuda de la misma para los proyectos ambientales. Pero además, por el espacio (risas) que yo no tengo en casa. En los SRT podré producir a mayor escala los plantines. Y mi intención es que dentro de un año, cuando estén listos, poder convocar a profesionales para que nos guíen en la reforestación. También tengo armado un proyecto de bosque nativo para estudio escolar, que por ahora está pausado por la pandemia.
Con la realidad que se vive en las Sierras con los incendios, ¿Qué tipo de especies nativas querés y recomendás plantar? ¿Cuáles son sus ventajas?
Los incendios no solo son en las Sierras, la realidad es que se da en varias partes de la provincia, la cual tiene una geografía variada y por lo tanto la flora también es variada. Acá tenemos Talas, Molles, Pejes, horcos Quebracho, Jarillas, Chañares, Espinillos, Piquillín, Pesuña de gatos, Manzanitos del campo, etc. Todos ellos, junto a las miles de especies de animales de nuestra fauna, forman el ecosistema que conocemos. Cuando se dan los incendios, que son puramente intencionales, se van no solo la flora que le costó cientos de años a la naturaleza formar, sino que también la fauna autóctona. Yo trabajo principalmente con Espinillos, ya que tienen la función primaria de preparar el terreno para que otras especies más grandes puedan nacer.
¿Cuál es el mensaje que querés dejar con esta iniciativa que tenés hace tantos años?
El mensaje es claro: la devolución de lo que se quitó al ambiente, pero más aún, tratar de dejar chances para que las futuras generaciones de personas tengan un lugar para vivir. Las personas pueden colaborar germinando plantas nativas. Es simple, solo te lleva un poquito de tiempo por día, pero al final te sentís súper bien y feliz. La idea es que muchas personas puedan contagiarse, así somos uno montón haciendo lo mismo y revertimos el daño.