Un médico a todo terreno: Asiste en una escuela rural a quienes más lo necesitan

Se trata del jefe de Terapia de la Clínica Reina Fabiola, que se acerca todo el tiempo a Estancia La Candelaria con un grupo de profesionales, para brindar salud en una escuela del lugar.

Médico

Su nombre es Julio Bártoli, y más allá de ser el jefe de la Unidad de Terapia Intensiva de la Clínica Reina Fabiola de Córdoba, es un gran ejemplo para todas quellas personas que tengan una verdadera vocación por su profesión. Este médico destina parte de su tiempo libre para ayudar a quienes lo necesitan.

El lugar elegido para hacerlo fue la escuela Patricias Argentinas, ubicada en la Estancia Jesuítica La Candelaria de Córdoba, que está en la Pampa de Olaen. Allí le brinda salud médica a los estudiantes y pobladores de la zona. Pero no lo hace solo, sino que asiste con otros médicos y profesionales voluntarios.

El principio de una gran acción

La iniciativa surgió en el año 2000 por medio del padre Carlos Cravena, un sacerdote jesuita. El médico explicó que junto a sus colegas decidieron sumarse porque notaron que había muchísimas carencias alimentarias, médicas y sociales en un lugar muy amplio. Justamente, en la Estancia Jesuítica La Candelaria de Córdoba había distancias muy grandes y pocas familias, que necesitaban la asistencia médica.

“Al principio era una visita semestral y después prácticamente cada dos meses se brinda asistencia a todo los niños, las maestras y las familias que acuden a revisarse. Desde entonces van grupos de voluntarios que incluyen médicos, residentes y jefes de servicios”, explicó Julio Bártoli.

Escuela Albergue

La escuela Patricias Argentinas abarca desde el jardín hasta el primario completo: “Los chicos van los lunes a la mañana y se retiran los viernes por la tarde. Allí tienen asistencia educativa, alimentaria por parte del Paicor, y toda una serie de soportes que buscan ofrecerles una educación de calidad para cambiarles el futuro”, contó el especialista.

Pero como se explicó anteriormente, la asistencia médica está extendida a toda la comunidad del lugar: Los pobladores de la zona tienen una historia clínica donde ven sus progresos y dificultades. Además, si es necesario los trasladan a la clínica sin costos.

“El trabajo no se agota en la asistencia médica, sino que tratan de brindar soluciones duraderas a los problemas del lugar, como el acceso al agua. Todas estas cosas son increíblmente carentes a sólo 70km de Córdoba”, agregó Julio Bártoli.

Humanizar la medicina

Sobre su trabajo en la Estancia, el doctor aclaró que “no alcanza con brindar una atención, sino que es necesario conocer el entorno, los por qué, rastrear las causas verdaderas y tratar de influir en ellas, para que los problemas no se vuelvan a presentar”.

Por último, Bártoli confesó: “Ha habido varias historias de vida que me han conmovido allí en estos años, como la de personas que antes de los tratamientos no podían tener familia y después hicieron su familia, o de chicos que los atendimos de chiquitos y ahora ya son hombres. La escuela cuando empezamos a ir tenía dos habitaciones, un baño y una cocina. Ahora es toda una escuela completa. Se ha trabajado mucho en estos años”.