Por: Lic. Javier Alday
En un extenso y detallado proyecto, Eugenio Muñoz redactó y plasmó una propuesta ampliamente superadora a los sistemas de tratamiento de residuos que hoy tenemos los cordobeses. La iniciativa fue presentada en el año 2012 ante las Secretarías de Medioambiente de la Municipalidad y de la Provincia y, si bien el proyecto fue aprobado, no se destinó el dinero necesario para concretarlo, por lo que –en la práctica- es lo mismo que un rechazo.
Al respecto, el vecino de B° San Martín expresaba: “En ese momento, con sólo 10 millones de pesos, hubiese sido suficiente para crear la empresa y ponerla en marcha. En tan solo ocho meses, la misma ya hubiese sido autosustentable económicamente, ya que todo lo que se recicla se puede comercializar realizando <minería urbana>; es decir, extrayendo todos
los metales de cada uno de los productos descartados y reciclarse al infinito. En aquellos años, la Municipalidad pagaba 50 millones de pesos mensuales por la recolección de residuos…”. Sucede que, “al no existir una ley que obligue a que parte del valor de venta de estos productos, sea destinado al reciclaje; es el Estado quien debe hacerse cargo y financiarlo”, aseguró.
Un proyecto necesario
Lo maravilloso de la propuesta de Eugenio radica en su simpleza conceptual, que sólo requiere de la voluntad política para ser realidad: fundar la primera planta de reciclado de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), de la ciudad de Córdoba, cuyo nombre será RECICLEMOS S.A. Con esta iniciativa, Muñoz explica que “se busca disminuir la basura electrónica en el territorio municipal, provincial y nacional, para contribuir con el mejoramiento del medio ambiente, generando una alternativa para el tratado de los residuos electrónicos, contribuyendo al bienestar integral de la sociedad”.
En este sentido, afirma que “la basura electrónica, no es basura, es un bien. Entonces debemos reusar y reciclar para reducir la contaminación y aprovechar los elementos que se pueden reusar. El crecimiento del mercado mundial de bienes electrónicos y la reducción de la vida útil de muchos de estos productos han provocado el rápido crecimiento de los residuos electrónicos.
Naciones Unidas estima que se producen entre 20 a 50 millones de toneladas de residuos electrónicos al año en todo el mundo. Muchos productos electrónicos, como los ordenadores portátiles y los teléfonos móviles, contienen sustancias y materiales químicos peligrosos. Su reciclaje o eliminación puede plantear serias amenazas para la salud humana y el medio ambiente. A menudo, los residuos electrónicos terminan en países con poca o ninguna legislación sobre el reciclaje o gestión de residuos”.
Reciclado y política ambiental
Los rezagos de aparatos eléctricos y electrónicos generan diversos problemas para las empresas o municipios y particulares. La basura electrónica, proveniente de computadoras, celulares, impresoras, faxes, electrodomésticos y otros, contienen sustancias tales como plomo, zinc, níquel, berilio, arsénico y cadmio que son potencialmente peligrosos para la salud y el medio ambiente. Pero éstos pueden ser recuperados y reutilizados, lo que implica beneficios evidentes, no solo ambientales, sino también económicos.
Pero no solo el tratamiento de los residuos debe ser un vector social para el cuidado medioambiental; sino también, el replanteamiento cultural de nuestras formas de consumo, devenido en consumismo. Al respecto, Eugenio remarcó: “La basura generada por el descarte de aparatos eléctricos y electrónicos es la que más ha crecido en los últimos años y, el 99% de ella, puede ser reciclada. En Córdoba, nadie lo está haciendo y eso, significa un gran perjuicio para el ambiente y la salud. Alguien debe tomar cartas en el asunto en esta situación y el proyecto que he planteado, lo generé con este propósito”, concluyó.
Más información: Cel. 3513 51-5350 (Eugenio Muñoz).