Después de tu paso por Paraguay, Chile y México, ¿Qué significa para vos este regreso al fútbol argentino?
La verdad que tenía el nerviosismo de volver al fútbol argentino, no me tocó jugar mucho
acá cuando estuve en Comunicaciones, Estudiantes de Buenos Aires, Tigre y Sarmiento de Junín. Lo tomo como una revancha y un desafío muy importante en mi carrera y quería demostrar en mi país la clase de delantero que soy. Agradezco a Belgrano por esta oportunidad y la estoy aprovechando al máximo. Me trajeron acá para reemplazar a Pablo Vegetti y trato de hacerlo de mejor manera. A veces se puede convertir y otras no, pero dejo todo y eso me deja tranquilo.
¿Qué clase de delantero sos?
Un luchador, alguien que deja todo en cada partido y que vive del gol. La peleé desde abajo, desde el ascenso, desde la B Metropolitana. Nunca hay que bajar los brazos. Esto es algo que soñé siempre. Yo aprendo, trato de escuchar y mirar. En el área, siempre tenés un segundito más para hacer un toque más y poder definir.
No era fácil venir a reemplazar a un goleador e ídolo como Pablo Vegetti, ¿No?
Hubo mucha repercusión cuando vine. Llegué, me gustó el desafío y pedí la 9. Estaba preparado, me agarra en un momento maduro de mi carrera. Me gustó cómo me recibió la gente, me sentí muy cómodo desde el principio. El grupo de compañeros y el cuerpo técnico también me ayudó a que me adapte rápido en los pocos entrenamientos que tuve. Eso genera mucha confianza y gracias a Dios se pudo plasmar en la cancha desde el principio.
¿Es una presión extra?
No, no lo tomo como una presión tener que reemplazar a Vegetti, para mí no es una
mochila. Es un lindo desafío, lo veo de esa manera. Quería asumir esta responsabilidad. Pablo ha dejado su huella acá. Yo vine a escribir mi propia historia con la camiseta de Belgrano.
¿Cómo vivís este presente?
Estoy muy contento con este presente mío en Belgrano, porque me trajeron para reemplazar a un goleador como Vegetti y estoy tratando de cumplir. Pero también debo reconocer a toda la gente del club, compañeros, cuerpo técnico y todos los que me hicieron fácil esta adaptación.
Belgrano confió en mí y eso hizo que me transmitieran que querían que esté. El club me agarró en mi mejor momento, con mucha madurez, y gracias a Dios los goles están llegando y los resultados acompañan.
¿Para qué está este Belgrano en la Liga Profesional de fútbol?
Nos queremos consolidar en Primera, es el primer año después del ascenso. Estamos haciendo un buen colchón de puntos. Lo que venga es un plus. Jugando con esta gente
que llena la cancha, que hace estos recibimientos, nos da un plus… Nos hacemos fuertes en casa y se nota. Es un equipo ordenado, que sabe a lo que juega, con personalidad y carácter. Esto habla muy bien del grupo, de la mentalidad que hay. Queremos dejar a Belgrano lo más alto posible. Esto es trabajo y el día a día… por algo estamos haciendo esta muy buena campaña en la Copa de la Liga. En lo personal, vengo con muchas ambiciones.
Me gustaría poder jugar con este club el año que viene una copa internacional. A eso le
estamos apuntando y ojalá se nos dé.
¿Cómo te gusta que te llamen más: El “Intendente del Gol” (por tu apellido) o “Tanque”?
(Risas) Me dicen el ‘Tanque’, pero me pueden decir como quieran.-