Por Casandra Quevedo
Ya pasaron 3 años desde el día en que la vida de Yamil Vergara (23) cambió para siempre. Era el 1 de enero del 2019, cuando el joven oriundo de La Puerta se juntó a jugar un “picadito” con sus amigos. No habían pasado ni 10 minutos de juego cuando Yamil sintió una gran puntada en el lado derecho de su cabeza: era un accidente cerebrovascular (ACV), provocado por un aneurisma cerebral.
“Como hacia mucho calor pensamos que era un golpe de calor pero, como el dolor no pasaba y cada vez era más intenso, le pedí a un amigo que me llevará en su moto al dispensario”, relata el joven, quién agrega que hasta el día de hoy “se le hace muy difícil olvidarse de esa situación”.
Una recuperación milagrosa
Apenas lo vieron en el hospital le tomaron la tensión, que le daba 18.6. Como primer medida, la doctora que lo atendió le dio una pastilla para ver si la tension bajaba, pero como eso no ocurrió, lo trasladaron automáticamente de urgencia al Sanatorio del Salvador en Córdoba Capital.
Ahí comenzó lo que Yamil recuerda como su “recuperación”. Al llegar al Sanatorio, lo primero que le hicieron fueron unos estudios y quedó internao en terapia intensiva. Los médicos determinaron que su aneurisma cerebral era operable y le realizaron la cirujía el día 4 de enero. De todo esto, Yamil recuerda: “Estuve un mes y 14 dias en terapia intensiva, luego 7 días en terapia intermedia y un día en sala común”.
“Empezar de cero”
Fue el 19 de febrero cuando trasladaron al joven “puertense” al Centro Privado Argentino Cubano de Rehabilitación. Ese fue el lugar que le permitió “renacer”, porque en los 5 meses que estuvo, debió aprender todo de nuevo, desde caminar, hasta como comer. “Fue un empezar desde cero para mí”, confiesa Yamil.
Quizás uno de los días más emocionantes para él fue cuando uno de los kinesiólogos del lugar se dio cuenta de que había hecho dos pasos sin darse cuenta, por lo que le preguntó si se animaba a usar un bastón. Así fue como volvió a caminar: “Fue una alegría muy grande, no podía parar de agradecerle a los kinesiologos que me atendían”, dice el joven.
El pádel como impulso para salir adelante
En julio de 2019 Yamil volvió a su pueblo, para seguir con la rehabilitación y continuar con su vida. Gracias a seguir con todas las indicaciones de sus médicos, ya puede caminar un poco más sin el bastón y practicar deportes. Justamente, su pasión fue la que lo hizo volver a las canchas: “Siempre jugué al fútbol, pero como no puedo hacerlo ahora, empecé a jugar pádel con amigos. Después me entere que había padel adaptado, que es el único deporte que puedo practicar en mi situación, así que comencé a ir”, confiesa Yamil.
Siempre hacia delante
Al día de hoy, lo que los médicos le dijeron a Yamil sabe sobre su accidente es que “se trataba de una malformación arterio-venosa que ya tenía de nacimiento y se agravó por el esfuerzo físico”. Él, expresa: “Nunca lo supe porque nunca sufrí de nada”, y asegura que el mayor aprendizaje de toda esta experiencia es que hay que “disfrutar la vida y respetarla, ser fuerte más allá de todo y no volver a cometer los mismos errores”.
También quiere dejar un mensaje para aquellas personas que están pasando por lo mismo o algo similar: “Se puede salir adelante con fuerza y voluntad. Tenemos a Dios que nos ayuda y quiere que sigamos luchando, porque esa es la única forma de salir adelante y ver que al final del túnel hay una luz y es de esperanza”.
Un mensajero
Yamil no sólo quiere comunicar a partir de su experiencia de vida, sino que además tiene como sueño convertirse en un periodista deportivo: “Espero comenzar a estudiar la carrera en 2023 en la UNC. Actualmente hago un bloque deportivo dando los resultados del fútbol del fin de semana, los días lunes en la radio ‘Pueblo Estación La Puerta‘, y algunos sábados les hago notas a jugadores de futbol. Ya hice algunas al Chino Luna, Lucas Brochero, Fernando Galetto y Mario Bolatti”, expresa. ¿Ahora a quién le gustaría entrevistar? ¡A Emiliano Rigoni!. Desde Expresión Norte te deseamos todos los éxitos Yamil.