La semilla de esta escuela fue plantada en 1998, cuando Pablo Kratina, delantero
surgido de las inferiores de Belgrano y con paso por Huracán de B° La France, decidió transformar en proyecto su pasión por el fútbol y la formación de jóvenes. Desde el primer día, su visión fue clara: no se trataba solo de ganar partidos, sino de acompañar procesos y crecimiento humano.
Actualmente, la escuela cuenta con dos sedes: Complejo Suquía en B° Villa Cabrera (Julián Paz esquina Costanera) y Complejo Punta Norte en B° San Martín (Av. Monseñor Pablo Cabrera 1864). Pero detrás de tantas canchas hay una filosofía: “Poder ver crecer a los chicos a través del fútbol es lo más lindo que hay”, confesó Pablo Kratina.
Como hace ya 26 años, desde niños de 4 años hasta adolescentes de 15, la escuela ofrece entrenamiento técnico, táctico y de valores.
“Jugar es nuestra forma de enseñar. Aprender jugando: no hay metodología rígida, sino motivación, juego y respeto… Llevamos 26 años creciendo junto a nuestros alumnos”, afirmó Kratina. Esa flexibilidad se traduce en resultados: cientos de chicos se formaron no solo como jugadores, sino también como personas.
“Primero formamos personas,
luego futbolistas”
“Siempre en la formación está la persona, los valores, y después está ser o no ser futbolistas. Los valores quedan para toda la vida, el fútbol lo sabe todo. Hay que saber entenderlo, es una herramienta increíble para la educación”, reflexionó la cara visible de la Escuela de Fútbol de Zona Norte.
El director remarca que la escuela creció no solo en cantidad, sino en alcance.
Hoy, se ofrecen capacitaciones para entrenadores y se articulan actividades recreativas como torneos familiares y encuentros intersedes, reforzando un sentido comunitario que trasciende lo deportivo.
“Acá jugar es una forma de aprender, así lo entendemos nosotros. El resultado no nos interesa. Queremos que nuestros chicos y chicas se diviertan y crezcan sin presiones ni críticas”, remarcó el ex delantero “Pirata”.-
Más info: Cel. 3515113434 – Instagram @pablokratina