Por: Lic. Javier Alday
Los jardines de infantes, son el primer lugar de socialización de niños y niñas y reservorio de los primeros recuerdos que tenemos en convivencia con los demás. En el día del Jardín, ¿Qué memorias atesoran las docentes de Nivel Inicial del sector, de su propia etapa como niñas de jardín de infantes?
“Mi seño amada se llamaba Belén”
Por: María Eugenia Minoli (37 años – Directora – Jardín Papalote)
Los mejores recuerdos atesoran la infancia del Jardín “Árbol de la luna”, así se llamaba. Fui desde pequeña y allí había una granja, donde los animalitos favoritos eran los pollitos y todos les dábamos de comer. Había también cabritas. Era toda una fiesta cada vez que los visitábamos.
Mi seño amada se llamaba Belén… ¡Cómo olvidarla, si ella me abrazaba todas las mañanas dándome esa contención tan necesaria! Mis juegos favoritos eran en el rincón del hogar. Hoy, con mi jardín “Papalote”, deseo que todos los niños que pasen por él, les quede ese hermoso recuerdo vivido como el mío. ¡Feliz día a todos los Jardines que trabajan con amor y contención para todos los niños!
“Uno recuerda con aprecio a aquellos maestros”
Por: Patricia Arnaudo (Docente – Jardín Pinceladas)
Hace varios años, no era obligatorio asistir al jardín, por lo que mis padres dudaron en mandarme allí. Pero prevaleció la alegría de una pequeña insistidora (yo) con muchas ganas de jugar con otras nenas y conocer un nuevo mundo, ¡el del jardín! Así comenzaron mis días en el jardín del Instituto Padre Claret, dónde conocí a mi Seño María. Uno recuerda con aprecio aquellos maestros que tocaron nuestros sentimientos como lo hizo ésta Seño.
Ella plantó en mí semillitas de curiosidad e imaginación, me parece… Porque soy una maestra jardinera que está orgullosa de educar en la primera infancia, teniendo como propósito darles calidad de enseñanza con amor, cariño, pasión, responsa bilidad y, lo más importante, vocación.
“Siempre me dijeron que tengo un don con los niños”
Por: Noelia Raquel Páez (42 años – Docente – Jardín La Tortuguita Mimosa)
Mi paso por el jardín de infantes fue la experiencia más bonita de mi vida. Estaba muy contenta y entusiasmada. Dibujábamos, pintábamos y nos disfrazábamos, y me fascinaba la hora del cuento. Desde muy niña he jugado con niños y ellos siempre han visto en mí esa luz, que hace que me sigan, me busquen y les de amor. Siempre me dijeron que tengo un don con los niños, ya a los 11 años me caractericé en estar rodeada por ellos.
“A mis mejores recuerdos los tuve y los sigo teniendo en mi Jardincito”
Por: Giuliana Capelli (21 años – Docente – Jardín Montañitas de Arena)
Durante mi infancia, asistí desde los 45 días hasta los 4 años –inclusive- al mismo jardín, en donde actualmente estoy trabajando. Es algo muy especial para mí ya que, desde pequeña, siempre tuve guardado cada rincón en mi corazón, al igual que a las seños: María José, seño Moni y la profesora de inglés, Romina.
A mis momentos preferidos como niña de jardín, los recuerdo con cada detalle: el olor a las témperas y cuando la seño nos hacía entrar a la salita con “puntitas de algodón”. Gracias a estos recuerdos y a las seños que tuve, las cuales admiré siempre, su dedicación y amor, decidí abocarme a esta hermosa tarea que es la docencia. Es como un sueño hecho realidad.
Además, trabajar en el lugar donde uno creció y fue feliz, es algo que me faltan las palabras para poder expresarlo. A mis mejores recuerdos los tuve y los sigo teniendo en mi Jardincito.-