A principios de noviembre del año pasado, la provincia de La Rioja fue testigo del desenlace de la maravillosa historia de José Orlando Nievas, soldado veterano, héroe de Malvinas y Analía López, quien vivía en el B° Marqués de Sobremonte de Córdoba y en su época de estudiante de 8 años, como tarea de la escuela primaria, debía escribir correspondencia a alguien que se encontrara combatiendo en las islas. Ella colocó dentro de un chocolate su carta y la envió a Malvinas. 42 años después, ambos se encontraron, se conocieron y se fundieron en un solo abrazo.
El Chocolate de la Esperanza
Analía, con tan solo 8 años y asistiendo al Colegio Bernardino Rivadavia en B° Marqués de Sobremonte, vivió un capítulo único en su infancia. Durante su 2° grado, una Maestra propuso una conmovedora actividad: escribir cartas con chocolates para enviar a los valientes soldados que estaban combatiendo en las Islas Malvinas, expresando su cariño, admiración y gratitud.
Por su parte, el jujeño Nievas estaba a cargo de un grupo de jóvenes en el conflicto bélico, fue prisionero de guerra y estuvo en un campo de concentración.
La pequeña Analía cumplió la tarea, pero jamás se imaginó lo que pasaría más de 40 años después. El Veterano de Guerra que la buscó años después fue quien estando en un hospital de campaña, porque estaba herido, tuvo el “privilegio” de recibir un chocolate, en cuyo interior encontró una carta firmada por quien en ese momento era una niña. “Compartí la carta con los soldados y la guardé en el bolsillo. Yo había perdido las esperanzas de encontrar a esta niña pero me dan la noticia que la habían encontrado”, recordó Nievas a los medios riojanos.
Luego de un tiempo, las cartas dejaron de llegar, se cortó la comunicación, pero las ganas de encontrarse, conocerse en persona y abrazarse continuaron siempre latentes.
Las vueltas de la vida…
Así fue como el pasado 4 de noviembre de 2023, el soldado Nievas y Analía, “la niña de chocolate”, y sus respectivas familias, se encontraron por primera vez. Fue un día cargado de emociones y sentimientos callados por años.
Quien propició este encuentro fue la nadadora Carolina Sá, que cruzó a nado las islas Malvinas con una bandera Argentina firmada por los Veteranos de Malvinas. Sá había dialogado con el veterano y este le dió a conocer su pedido de reencontrase con la entonces niña con quién se escribía cartas.
El encuentro se produjo en un homenaje que realizó el gobernador Ricardo Quintela al soldado veterano en la Residencia Oficial de La Rioja y contó con la participación de miembros del ejecutivo provincial y las familias de los protagonistas de esta historia que tardaron 42 años en encontrarse.
Sin lugar a dudas, el reencuentro con el veterano, años después, es un testimonio conmovedor de la conexión que se forjó a través de esas cartas. Una historia que demuestra cómo pequeños gestos pueden tener un impacto duradero en la vida de las personas.