Este domingo, en el Día de la Madre, celebramos historias de amor, resiliencia y empoderamiento. Una de ellas es la de Cristina y Agustina, madre e hija cordobesas que, tras una separación y con recursos limitados, decidieron emprender juntas. Así nació Luz Violeta, una marca que se destaca por ofrecer ropa cómoda, moderna y, sobre todo, inclusiva.
Cristina, jubilada como docente, decidió estudiar Indumentaria y Diseño Industrial para reinventarse. Junto a su hija Agustina, quien se formó en Recursos Humanos y es coach ontológico profesional, comenzaron a confeccionar prendas pensadas para mujeres reales. “Los comienzos no fueron fáciles; las telas las comprábamos con tarjeta de crédito, pero nada nos detuvo”, recuerda “Agus”, su Mamá añade: “Cuando comenzamos con nuestra marca, cortaba con tijeras y en la mesa del comedor, luego pasamos a tener una mesa de corte y máquina para cortar. Cuando lo que realizas lo haces con amor, ya no es un trabajo, es diversión, alegría…. y no miras el reloj”.
La propuesta de Luz Violeta se centra en la comodidad y la inclusión. Diseñan pijamas, conjuntos urbanos, remeras, chombas, lencería y uniformes empresariales en talles que van más allá de los estándares tradicionales. “Queremos que todas las mujeres se sientan cómodas y libres con lo que usan”, afirma “Cris”.
El proceso de confección es completamente artesanal. Desde la creación de los moldes hasta la producción final, todo se realiza en Córdoba Capital. “Ser fábrica nos permite tener control total sobre la calidad y adaptarnos rápidamente a las necesidades de nuestras clientas”, explican madre e hija.
A pesar de los desafíos económicos y sociales, Luz Violeta ha logrado expandirse. Actualmente, cuentan con siete talleres colaboradores y una red de costureras comprometidas. “Nuestro sueño es seguir creciendo y llevar nuestras prendas a más personas de todo el país”, expresa Cristina con entusiasmo.
Diseñan pijamas, ropa cómoda, lencería y uniformes empresariales, pensando especialmente en talles reales, algo poco disponible en el mercado. Resaltan la creatividad, voluntad y superación como claves del proyecto.
Madre e hija 100% emprendedoras
La presencia de Luz Violeta en redes sociales ha sido clave para su crecimiento. A través de Instagram y Facebook, comparten sus diseños, valores y la historia detrás de cada prenda. “Las redes nos permiten conectar directamente con nuestras clientas y entender sus necesidades. Además, realizamos envíos a todo el país, y ofrecemos ventas por mayor y menor“, señala Agustina.
Además de la venta online, están trabajando para inaugurar un local físico, lo que les permitirá ofrecer una experiencia más cercana y personalizada. “Queremos que nuestras clientas puedan ver, tocar y probar nuestras prendas en un espacio que refleje nuestra esencia”, comenta Cristina.
El proceso de confección es completamente artesanal. Desde la creación de los moldes hasta la producción final, todo se realiza en Córdoba Capital.
El Día de la Madre es una fecha especial para esta marca de ropa cordobesa. Es una oportunidad para agradecer a todas las mujeres que confían en su propuesta y para reflexionar sobre el camino recorrido. “Cada madre que elige nuestras prendas nos inspira a seguir adelante”, afirma “Agus”.
La historia de Luz Violeta es un testimonio de cómo la pasión, la creatividad y la voluntad pueden transformar una idea en un proyecto exitoso. Es un ejemplo de que, con esfuerzo y dedicación, es posible desafiar los estándares establecidos y ofrecer alternativas que celebren la diversidad y la inclusión.
Este domingo, al celebrar a las madres, también celebramos a Cristina y Agustina, quienes, con su emprendimiento, demuestran que la moda puede ser una herramienta de empoderamiento y cambio social. Luz Violeta no solo viste cuerpos, sino que también viste corazones con amor, respeto y autenticidad.-
Más info: Luz Violeta // www.luzvioleta.com.ar