En B° General Paz funciona el verdadero “Hospital de los Juguetes”

Desde hace más de tres décadas, el cordobés Gabriel Peralta mantiene vivo el arte de restaurar juguetes de todas las épocas. Con amor, paciencia, pasión y creatividad, este artesano transformó su pasión de 60 años por los juguetes en un verdadero oficio.

Desde la puerta vidriada del taller se filtra el eco de risas silenciosas: coches a escala, muñecas con una mano menos, un triciclo oxidado del ’50 y piezas de latón que ya olvidaron el ruido de los mandos. Allí trabaja desde hace más de tres décadas Gabriel Peralta, de 73 años, quien prefiere llamarse “recuperador de infancias” antes que restaurador de juguetes.

Gabriel abrió su “Toys Taller” en Rosario de Santa Fe 1092, B° General Paz de la ciudad de Córdoba, donde actualmente tiene unas dos mil piezas en exhibición y recibe a diario encargos de reparación o conservación de juguetes de todas las épocas. Su historia comenzó cuando, con apenas 13 años, una pista de Scalextric y un camioncito “Matchbox” marcaron el inicio de una colección que se transformó en oficio.

En el taller no solo se arregla lo que está roto: “Lo viejo funciona”, dice Gabriel con entusiasmo, señalando que muchas piezas llegan con marcas, ojos faltantes o sin motor, pero él se encarga de devolverles no solo la apariencia sino la funcionalidad.
Mientras revisa un auto de lata de los años 40, explica que “la mayoría de los juguetes antiguos de industria argentina son de lata; después vino la baquelita, luego el plástico”. Cada objeto trae consigo una historia de fábrica, de infancia y de circulación familiar.

“No me gusta que parezca nuevo de fábrica; me interesa que se vea que tiene historia. Para mí, cada juguete es parte material de los recuerdos de alguien”.

Los clientes llegan sin importar edad: hay niños que traen su muñeco favorito, adultos que recuperan el autito con el que jugaban a los 10 y coleccionistas que buscan piezas raras. Gabriel dedica parte de su jornada a atender a todos por igual y a disfrutar del momento en que alguien ve su juguete reparado y “su niñez vuelve”.

Con ustedes… El “Dr. Juguete”

Luego de que se realiza la reparación, muchas veces el juguete pasa de mano en mano: otros muñecos caen en desuso, piezas faltan, son combinadas, reemplazadas. El “Dr. Juguete” describe su labor como “recuperar” antes que “restaurar”: “No me gusta que parezca nuevo de fábrica; me interesa que se vea que tiene historia”.

En una mesa de trabajo repleta de engranajes diminutos, brazos de muñecas, ejes de autos a escala y herramientas, el integrante de ACME Córdoba (Grupo de Coleccionistas) comenta que una reparación puede tardar desde una semana hasta un mes, dependiendo de lo que tenga que reconstruir o reproducir. Y no es solo mecánica: es memoria, afecto, historia.

Gabriel Peralta dedica sus días a reparar juguetes antiguos y devolver recuerdos. Entre autitos, muñecas y triciclos, su oficio se convirtió en refugio para quienes buscan reencontrarse con su infancia.

Los juguetes restaurados resaltan en vitrinas iluminadas del taller, pero el valor más grande está en el momento silencioso en que un padre le entrega a su hijo el juguete que él guardaba con cariño, o alguien recuerda que ese autito que acaba de ver lo acompañó en sus primeros veranos. Gabriel lo resume así: “Cada juguete es parte material de los recuerdos de alguien”.

En su local de B° General Paz se respira algo más que acetona, soldadura, ajuste, arreglo o pintura: se siente que el tiempo retrocede, que los juguetes viven otra vez y que la nostalgia tiene cabida aquí. Y en un mundo donde lo nuevo devora lo viejo, Gabriel mantiene viva la magia de la infancia.-

Más info: “Toys Taller”: Rosario de Sta. Fe 1092 – B° General Paz – Cel. 351 651-7438