La mañana en Villa General Belgrano tiene aroma a café y a desafío cumplido. Entre turistas, vecinos y mesas ocupadas, hay algo distinto que no se explica solo con palabras: quienes atienden detrás del mostrador no están “en práctica”, están trabajando. Así comienza la historia de un proyecto que nació para cambiar miradas y que hoy transforma realidades en el Valle de Calamuchita.
La iniciativa surge desde la Fundación Körper psicomotricidad que decidió correrse del esquema tradicional de rehabilitación para pensar en la “Vida Elegida”. El objetivo es claro: formar y capacitar a adultos con discapacidad para que puedan insertarse en el mercado laboral y, al mismo tiempo, ganar autonomía en su vida cotidiana. No se trata solo de aprender un oficio, sino de construir independencia real.

Durante 2024, obtuvieron un apoyo del Ministerio de Desarrollo Humano de Córdoba que les permitió montar una unidad productiva para adultos con discapacidad. Lograron instalar un taller para realizar sublimados, con el propósito de personalizar objetos para empresas, hoteles y comercios.
Con la ayuda económica adquirieron impresoras, computadoras y máquinas sublimadoras para intervenir diversos materiales. Luego, con otro aporte económico, del Programa Provincial de Promoción de los Derechos de las Personas con Discapacidad, abrieron el primer local comercial del Valle de Calamuchita atendido por personas con discapacidad.

Así nació “Kafé con sal” – Proyecto de Vida elegida, donde se venden tazas, remeras, gorras, tazas, botellas, lapiceras, platos, bolsas y objetos personalizados, pero también se ofrecen sonrisas, atención al público y una experiencia que interpela a quienes cruzan la puerta.
Cada jornada es un entrenamiento concreto: cumplir horarios, organizar tareas, manejar dinero, atender clientes y trabajar en equipo. Acciones simples para muchos, pero fundamentales para quienes durante años fueron excluidos del mundo laboral formal. En ese proceso, el trabajo deja de ser un fin y se convierte en una herramienta de inclusión.

El objetivo es claro: formar y capacitar a adultos con discapacidad para que puedan insertarse en el mercado laboral y, al mismo tiempo, ganar autonomía en su vida cotidiana.
Del trabajo a la autonomía cotidiana
Lo recaudado en el local no se guarda en una caja común. Cada peso tiene un destino definido: alquilar una casa o departamento donde los participantes puedan entrenar las acciones básicas que requiere vivir solos. Cocinar, limpiar, administrar gastos, compartir responsabilidades y tomar decisiones forman parte del aprendizaje diario.
El proyecto propone un cambio profundo de paradigma. Ya no se habla solo de cuidados o contención, sino de derechos, oportunidades y elecciones. La vida independiente aparece como una meta posible, acompañada y sostenida, pero nunca reemplazada por otros.
Familias, profesionales y la comunidad en general acompañan el proceso. El impacto se nota no solo en quienes participan directamente, sino también en el entorno, que comienza a naturalizar la inclusión desde un lugar activo y visible. El local se volvió un punto de encuentro y una vidriera de lo que es posible cuando hay confianza y acompañamiento.

En Kafé con Sal venden tazas, remeras, gorras, tazas, botellas, lapiceras, platos, bolsas y objetos personalizados; además, ofrecen Café al paso. El local está ubicado sobre calle Ojo de Agua 392, en el centro de Villa General Belgrano.
La experiencia en Villa General Belgrano demuestra que la inserción laboral de personas con discapacidad no es una utopía, sino una construcción diaria que requiere compromiso, formación y espacios reales. Lejos de los discursos, el proyecto se sostiene con hechos concretos y resultados palpables.
En Calamuchita, entre montañas y café recién hecho, un grupo de personas está escribiendo su propia historia. Una donde el trabajo dignifica, la autonomía se aprende y la vida, finalmente, puede ser elegida.
Más info: Kafé con Sal





