Por Óptica Campos
Si en tu hijo se dan varias de estas “pistas de sospecha”, debes acudir a tu pediatra de cabecera. Él te puede confirmar si estás en lo cierto.
1- El profesor del colegio te lo ha sugerido. Es todo un clásico. Muchas veces son los educadores los primeros que se aperciben de la cuestión, en especial si el niño se ubica en las últimas filas de clase. Desde allí, abiertamente, reconoce que ‘ve borroso’.
2- Prefiere sentarse en las filas delanteras. La timidez natural de casi todos los niños hacia su profesor hace que éstos rehúyan las primeras filas. Si prefieren sentarse delante, puede ser que no vean bien.
3- Se acerca mucho al papel. Lo hacen para enfocar más fácilmente.
4- Parpadea o guiña los ojos en exceso. Este hecho es inespecífico, y lo podemos encontrar también en otros procesos, como los tics.
5- Signo de los ‘ojos entornados’. Los ojos entornados evidencia que se está forzando la vista.
6- Se marea mientras lee. También se debe al esfuerzo de acomodación visual.
7- Picor de ojos. Estos niños tienden a frotarse los ojos, en especial al final del día, o de las horas lectivas.
8- Se queja repetidamente de dolor de cabeza a la salida del colegio.
9- Enrojecimiento ocular. Si hay un esfuerzo de por medio, el riego sanguíneo de los ojos aumenta. De ahí que podamos apreciar los capilares de la zona blanca del ojo (conjuntiva) cargados de sangre.
10- Pierde el hilo de la lectura, al saltarse letras, palabras o frases. También le puede pasar al Escribir. En ocasiones, este hecho es atribuido erróneamente a un trastorno por déficit de atención.
11- Cambio en las preferencias de juego. Algunos niños con problemas visuales dejan de jugar al fútbol, porque ven mal la pelota; otros, al contrario, pasan de ser lectores empedernidos a mostrar un gran interés por los juegos al aire libre.
12- Inclina la cabeza hacia un lado al leer y escribir. Este hecho aparece cuando hay una clara diferencia de agudeza visual entre ambos ojos.
¿Qué anteojos necesita?
Confirmado, tu hijo necesita usar anteojos. Y ahora te preguntas, ¿Qué armazón elegir? Te asusta con la cantidad de modelos, de colores, de formas de gafas que hay en las tiendas. Eso ocurre a muchos padres que tienen que comprar unas gafas correctivas a sus hijos. Pensando en ello, hemos reunidos algunos consejos para la hora que tengas que comprar gafas a los niños.
1- Lo primero que debes tener es la receta médica donde estará especificado el resultado con todos los detalles de la consulta oftalmóloga de tu hijo. En ella estará la graduación que tu hijo necesita.
2- Que sean cómodos. Eso quiere decir que no supongan una molestia al niño, tanto en su ara (puente de la nariz) como detrás de la oreja, y que no presionen su mejilla.
3- Que sean flexibles, ajustables y seguras.Y que no se caigan cuando el niño se agache, salte, o corra o juegue, o cuando practique algún deporte.
4- Que le guste al niño. Es importante que el objeto que el niño va usar en su carita, sea de su agrado. Así que el niño debe involucrarse en la elección de las gafas. Puede elegir el modelo, los colores y el tipo de anteojos que les guste más dentro de lo recomendado por el óptico según su graduación.
5- Que los anteojos sean resistentes y ligeras a la vez. Las monturas de silicona son muy recomendables porque evitan roturas y son muy cómodas.
Más información: Bv. Los Granaderos esq. Cornelio Saavedra – B° Los Paraísos ó Luis de Tejeda