A sus 79 años, el “abuelo clavadista” volvió a hacer un salto extremo en Córdoba

Alberto Frascaroli tiene 79 años vive en Villa General Belgrano y es una de las grandes atracciones del balneario “Miami”, ubicado en Santa Rosa de Calamuchita. “Cada año me tiro mejor”, asegura el adulto mayor que también practica yoga y gimnasia todos los días.

Alberto Frascaroli (79 años) es un arquitecto jubilado, vive en Villa General Belgrano y desde hace ya unos años se convirtió en “viral” por sus saltos en el río de Santa Rosa de Calamuchita, en Córdoba. Para él, el paso del tiempo no es un problema a la hora de practicar clavadismo, sino todo lo contrario: dice que cada año salta mejor.

“Salto desde que tengo cuatro años. Me tiraba siempre desde un metro de altura. Hacía mortales simples. Pero cuando cumplí 60 años me empezó a dar curiosidad el hecho de ir aumentando la altura”, comenta el ya famoso “Abuelo Clavadista”, y agrega: “Después seguí con un metro y medio, con dos, dos y medio, y así hasta llegar a siete metros, que es más o menos lo que estoy saltando hoy”.

“Espero seguir saltando
dos o tres años más”

Desde hace un par de años, dos veces por semana, el abuelo clavadista aparece entre esa pequeña multitud que copa el balneario Miami en las tardes de calor y ya lo reciben con un aplauso. Un rato después busca el acantilado, sortea el exigente camino cuesta arriba y aparece en las alturas mientras los presentes lo alientan y los celulares graban. Luego salta, cae en el río Santa Rosa y el balneario explota en un grito.

“Espero seguir saltando dos o tres años más”, afirmó Alberto, quién reveló la fórmula para mantenerse vital y hacer estos tremendos saltos mortales: “Practico yoga y gimnasia todos los días, y salgo a correr dos veces por semana. Toda mi vida hice deporte y comí liviano: frutas y verduras. ¿Las claves? No comer mucho y hacer gimnasia, bicicleta, natación, bailar tango, etc.”

“La clave en los saltos es ir subiendo la altura de a poco, porque vas viendo cómo es la caída del cuerpo. Hay veces que podés caer de espaldas o de panza y te podés lastimar”, aseguró. El miedo, dice, siempre es un regulador. “Es muy peligroso tomar alcohol o consumir alguna droga y querer saltar, porque esas sustancias inhiben el temor y así se producen muchos accidentes. Hay que estar sobrio y explorar el lugar. Si el agua está transparente, se puede saltar”, explicó una de las grandes atracciones del verano cordobés.-