Esta es una historia que demuestra que para la solidaridad no hay edad. Ramón tiene 79 años y es vecino del barrio Nueva Italia. Todo empezó por medio de una promesa que este “abuelo solidario” hizo para empezar a estar “al servicio” de los niños internados en el Hospital Infantil de Alta Córdoba.
10 años antes, la vida de este hombre había prendido de un hilo por una adicción con la bebida: “Dejé la bebida porque me estaba llamando San Pedro. Le dije que todavía no era el momento porque sentía que todavía podía ayudar a más personas”, contó el abuelo. También agregó: “Cuando me enteré que reciclaban tapitas para canjearlas por remedios para los chicos, me entusiasmé”.
Fue así como comenzó su camino ligado a la solidaridad. Hoy, además de cambiar la vida de otras personas, cambió la suya: tiene siete nietos y el menor es el que lo ayuda a colocar las tapitas dentro de los envases. Ya van 4 años desde que cada día Ramón saca uno de los triciclos del fondo de su galpón y sale por el barrio a juntar tapitas. Hasta los mismos vecinos lo llaman cuando tienen muchas para donar.
La pandemia no lo frenó y siguió todo el tiempo con la mente en su objetivo: A mitad del 2020 ya había entregado 300 bidones llenos de tapitas al hospital y para fin de año ya llevaba juntados 110 bidones más para donar. ¡Un grande!
¡Vos también podés colaborar en las distintas campañas del Hospital Infantil! Más información: Asociación Hospital Infantil
