El Censo 2022, de la semana pasada, dejó mucho más que puros datos demográficos. Pudo demostrar que muchas personas en Argentina (y más precisamente en Córdoba), viven en situaciones muy precarias.
Esta historia tuvo como protagonista a Marianella, una cencista que, mientras realizaba su trabajo, se encontró con Alejandro en las calles de barrio Pueyrredón. En realidad, a ella no le tocaba censar esa cuadra, pero el hombre le comentó que debía ir a trabajar y que necesitaba ser censado en ese momento.
“Hago lo que puedo por mis hijos”
Lo que Marianella no se esperaba era chocarse con la dura realidad del albañil y la extrema precariedad en la que vive: es padre soltero (ya que su esposa abandonó la vivienda) y debe mantener a sus 5 hijos. Sobre la experiencia que vivió la censista al conocer la historia, expresó: “Cuando él me empezó a contar la situación que está viviendo se me partió el alma”.
Entre lágrimas, el hombre le contó que la mamá de los nenes se había ido hace tiempo y se llevó todos los documentos con ella, así que tuvo que realizar todos de nuevo. Además, Alejandro le confesó por qué iba a trabajar cuando era feriado: “Hago lo que puedo por mis hijos. Lo que me toca hacer día a día es trabajar y tratar que ellos puedan estudiar y sean algo en la vida”.
Vivir en situación precaria
Sobre la infraestructura de la casa, el papá de los chicos dejó constancia de que tienen el baño afuera: se trata de un inodoro al que se le echa agua con un balde. No tiene puerta porque todavía no le alcanza para comprarla. También dijo que “la casa es una heladera” y que “es lo mismo estar afuera o adentro”.
Pero si algo dejó en claro el hombre, es que como él se crió prácticamente en la calle, trabaja para que sus hijos tengan otra suerte: “Hay cosas que yo no sé hacer porque no tengo estudios, pero trato de ayudarlos en lo que más puedo para que el día de mañana sea algo. Dentro de todo, hasta ahora ninguno se me quedó de grado”, dijo orgulloso.
La censista también le consultó si recibía alguna ayuda del Estado, a lo que él le contestó que no, por miedo a que lo alejen de sus hijos: “Tengo que ir a hacer los papeles, tengo miedo que me los quieran sacar, no cobro nada de nadie. Todo lo que comemos sale de mi trabajo de albañil en la calle”.
Colecta solidaria para ayudar a la familia
Con todos estos datos, Marianella se conmovió y decidió hacer algo para ayudarlos: Apenas llegó a su casa después del censo, armó una colecta solidaria en su cuenta de Facebook que rápidamente se viralizó en las redes sociales. Sobre esto, confesó: “Tomé la decisión de publicar su historia para que la gente los ayude a que puedan vivir un poco mejor, porque así no se puede vivir”.
Lo que la familia necesita es ropa, mercadería, útiles escolares y lo que sea que pueda mejorar su condición de vida. El contacto para hacerlo es el número de la censista: 3516158626.