El sol comenzaba a caer cuando las primeras “salchis” comenzaron a desfilar detrás de Ciencias Económicas en Ciudad Universitaria, acompañadas por sus familias. La convocatoria fue abierta a toda la comunidad, con o sin mascotas. Hubo quienes llegaron desde barrios lejanos con sus dachshunds más queridos, y otros que acudieron simplemente por la energía de la tarde y el espíritu del encuentro. Algunos llevaron alimento; otros, su curiosidad; todos, ganas de participar.
Mónica Rocha, una de las organizadoras del Club Salchichero Córdoba, reconoció que organizar algo así “a pulmón” implica trabajo oculto: coordinación de inscripciones, diseño de diplomas, logística de espacio. Pero, más allá del esfuerzo, sostuvo que la motivación principal es el vínculo humano-canino y el deseo de ayudar.
La convocatoria fue abierta, permitiendo que quienes no participaran del desfile pudieran asistir igual sin costo. Sin embargo, se pidió la colaboración voluntaria con 1 kg de alimento balanceado, destinado a refugios como la Fundación Cintia Guadalupe y otras instituciones de rescate animal.
Desde sus inicios en 2011 como comunidad online, el Club Salchichero ha crecido más allá del mero intercambio visual: se convirtió en una red de apoyo, educación sobre la raza dachshund y acción social. Cada encuentro refuerza ese espíritu, recordando que los “salchis” son excusa para unir personas.
Con música, feria y desfile canino, la “juntada salchichera” volvió a reunir a familias y amantes de los perros salchicha. El evento recaudó alimento para refugios y reafirmó el espíritu solidario del club.
Salchichas con causa
La consigna del desfile, “No hay perro que no se parezca a su dueño”, generó momentos de ternura y risas. Algunos perros imitaron posturas de sus humanos, otros posaron con orgullo para las fotos. Las familias participaron con entusiasmo: desde disfraces temáticos hasta pañuelos a juego.
En medio del bullicio, se escuchaban aplausos cuando algún salchicha cruzaba la “alfombra roja de honor” y ovaciones al paso final. La emoción flotaba en el aire, mezclada con el aroma de mate, risas y ladridos contentos. Un momento brillante para quienes estaban detrás de cámaras, quienes vivieron la gratitud de los organizadores y la mirada agradecida de los animales.
Este espíritu de ayuda permite que el club no solo socorra a perros salchicha, sino también a mestizos y a otras razas cuando lo necesitan.
Al caer la tarde, el evento concluyó con sorteos, caricaturas, diplomas y rostros felices. Se contabilizaron decenas de kilos de alimento recaudados, que la organización prometió entregar en los días siguientes a los refugios seleccionados.
Así, el 12 de octubre pasó a escribirse como un domingo salchichero: donde patas cortas hicieron larga lazos de solidaridad, y donde un club que nació en redes reafirmó su misión con emoción, comunidad y responsabilidad social.
Más info: Club salchichero Córdoba https://www.instagram.com/club_salchichero_cordoba_argen