Desde venta de pastelitos, pastas, pizzas y juguetes de madera, hasta la organización de rifas, son las actividades que realizan las guarderías y pre-jardines del sector. Todos ellos se la “rebuscan” para mantenerse, mientras continúan reclamando al COE y al Gobierno por la reapertura de la actividad.
La situación está difícil, por eso, la “seño Gaby”, del jardín “Pinceladas”, ubicado en la calle Luciano de Figueroa 271, en barrio Marqués de Sobremonte, confesó: “Desde hace dos meses estoy vendiendo los días viernes especialidades de panadería. El dinero es destinado a solventar algunos costos fijos”.
Lo mismo sucedió en el jardín “Papalote”, ubicado en Emilio Casas Ocampo 2923, Villa Cabrera. una de las maestras del lugar, Eugenia, contó: “Las actividades que realizamos fueron ventas de comida: pastelitos, pizzas y pastas. No se recaudó mucho dinero, pero se destinó para el pago de sueldos de docentes. Eso fue al principio de la pandemia, actualmente ya no lo realizamos”.
Las maestras dicen haber realizado estos esfuerzos porque nunca les llegó el subsidio del Gobierno a los jardines. Sobre esto, la “seño Kari”, del “Jardín Trompita” de la calle Lasso de la Vega 232, en barrio Marqués de Sobremonte, dijo: “Todavía no se vio nada de los 25.000 pesos”. Sus colegas coincidieron y hasta aclararon que de recibirlos, deberían “deberían ser devueltos con una contraprestación de servicios a la
Municipalidad”.
Respecto a los protocolos para volver a la actividad, Gabriela expresó: “Se presentaron varios modelos de protocolos adaptándose a la situación, se realizaron con la intervención de un ingeniero en seguridad. Realmente no nos dan ninguna respuesta del porque no nos permiten volver a desarrollar la actividad”. A esto, la seño Karina sumó: “Hay 5 protocolos presentados en el COE. Siempre hemos trabajado con todas las medidas de seguridad, así que lo haríamos como siempre en caso de abrir”.
Por último, mientras que Eugenia aclaró que por el momento “ha tomado una pausa” con el jardín cerrado, Gabriela de “Pinceladas” explicó sobre la actualidad de los jardines: “La situación es desesperante, muy angustiante. Realmente se va haciendo cada vez peor para muchas compañeras, no solo desde lo económico si no desde lo emocional”. Por eso, las tres maestras agradecieron el apoyo de los padres en este difícil momento.
