Magdalena Bringas es cordobesa, tiene 28 años y partió tiempo atrás hacia Angola para ayudar como voluntaria médica en una región abandonada. Este lugar es Lumeje, una localidad de la provincia más pobre de Angola, Moxico. Allí, los habitantes viven de las pesca y el trabajo de la tierra, y el problema es que muchas de ellas se encuentran en aldeas mas alejadas a las que es difícil acceder.
Este lugar, queda aislado durante meses, ya que las lluvias y el barro impiden la circulación. Nada entra ni sale en este período, ni gente ni medicamento, ni alimento. Además, las casas son de barro y paja, y las escuelas son solo estructuras.
Por esto, una vez al mes, la joven y otros tres voluntarios salen a visitar las aldeas o “bairos”. Sobre esto, la médica contó: “Es imposible levarles todo el material que necesitan así que intentamos más que todo de darles acompañamiento, desde lo espiritual hasta un poco de educación y alfabetización”.
Pero transmitirles a los lugareños que pueden tener una mejor calidad de vida es difícil: “Hay mucho para hacer pero es muy difícil, hay que respetar su cultura”, agregó Magdalena. Cuando los niños visitan el centro social de los voluntarios (uno de los pocos espacios que cuentan con agua corriente), les enseñan cómo usar una canilla y cómo lavarse las manos.
Además, la cordobesa comentó que tienen dos camionetas para moverse por el lugar. Ahora las dos se rompieron y están pidiendo ayuda para arreglarlas. Entre los repuestos y la mano de obra, les cuesta unos 6 mil dólares. A través del siguiente link cualquier persona puede donar desde cualquier lugar del mundo: bit.ly/donarmisionangola.
