Los sueños son aquellos motores que nos impulsan a seguir adelante a pesar de los desafíos y obstáculos que puedan suceder en el camino. En la ruta hacia los sueños surgen oportunidades que aparecen como puertas, invitándonos a explorar nuevos horizontes y a descubrir para qué estamos hechos realmente. En la conjunción entre sueños y oportunidades se gesta el camino hacia la realización personal como consecuencia del esfuerzo y la perseverancia.
Dialogamos con Facundo Álvarez, retrato fiel de cómo perseguir los sueños.
El delantero cordobés, nacido en la localidad de Berrotarán hace treinta años, comenzó su carrera en Estudiantes de Río Cuarto y luego hizo inferiores en Lanús y Arsenal hasta llegar a Deportivo Armenio. De pasos por el fútbol de Brasil, Ecuador y República Dominicana, decidió volver a la Liga de Berrotarán tras pasar momentos difíciles en su carrera, y hasta pensó en dejar la actividad. Pero pronto surgiría la posibilidad de jugar en el ascenso de España para tres clubes diferentes hasta que recaló en Gibraltar y su club actual, el FCB Magpies de la primera división.
¿Cómo es tu experiencia actual de jugar en Gibraltar?
Estoy llevándome una buena impresión de la liga, quieren seguir creciendo año a año sabiendo que es de los países más pequeños a nivel del fútbol europeo, por ese motivo hay solamente tres estadios por falta de lugar para construir, nosotros entrenamos en España y jugamos en Gibraltar.
¿Qué es lo más lindo y lo más feo del fútbol?
Siempre me llevo buenas amistades y conozco buena gente donde vaya. Eso creo que es lo que quedará después de terminar la carrera. También tiene sus cosas feas, frustraciones en partidos, extrañar a tu país en mi caso, malas decisiones que quizás crees que en ese momento son las mejores. Pero siempre hay que mirar para adelante e intentar salir rápido del pozo cuando pasan esas cosas.
“Siempre me llevo buenas amistades y conozco buena gente donde vaya. Eso creo que es lo que quedará después de terminar la carrera”
¿Qué experiencias malas tuviste en tu carrera que te hicieron pensar en dejar de jugar al fútbol?
Malas decisiones y confiar en gente que quizás miraba sólo por ellos y no por el futbolista. Tanto a mí como a muchos que se quedaron en el camino les ha pasado, al final tenes que saber que esto es un trabajo como todos e intentar que cuando pase una vez, no vuelva a pasar. En Brasil tuve un encontronazo con un agente brasilero que prometió cosas que no cumplió y estuve seis meses sin jugar, en Ecuador descendimos y no me pagaron por tres meses y en República Dominicana tuve un año desastroso.
¿En dónde te gustaría retirarte profesionalmente en un futuro?
Donde sea que el fútbol me vaya llevando. Al final voy día a día, año a año. Intentaré seguir disfrutando donde me toque.
¿Qué fue lo más “raro” que te pasó jugando en Europa, algo que nunca sucedería en el fútbol argentino?
De momento jugar al lado de una pista de avión (risas). Eso si que es muy difícil que vuelva a pasarme en otro lado.
Conociendo Gibraltar: datos y curiosidades
Gibraltar es un territorio británico de ultramar con frontera terrestre con España. Posee una población de 33.140 habitantes en una superficie de menos de 7 km².
Su lengua llamada el llanito, que además es como se llama coloquialmente a los habitantes de Gibraltar, combina las palabras y estructuras del español con las del inglés británico, la lengua oficial.
Gibraltar presume de ser el único lugar de Europa donde se encuentran monos en libertad.
Los alrededor de 200 ejemplares de macacos gibraltareños, también conocidos como monos de Berbería, son una de las principales atracciones turísticas.
Según la mitología griega, una de las dos Columnas de Hércules estaba situada sobre el Peñón de Gibraltar, elemento que para los griegos marcaba el fin del mundo conocido. Estos pilares son los dos pilares representados en el escudo de armas de España
La roca conocida como el Peñón de Gibraltar tiene 52 kilómetros de túneles. Dada la pequeña extensión de Gibraltar (cinco kilómetros de largo y uno de ancho), gran parte de su infraestructura es subterránea.
Gibraltar es tan pequeño que cuando uno cruza la frontera por la única carretera que conecta al enclave con España no tiene más remedio que atravesar la pista de aterrizaje del aeropuerto.
Un semáforo se pone en rojo en el momento en que un avión aterriza y obliga a esperar a quienes quieren acceder a la ciudad.
En ocasiones, la llegada de un avión provoca largas colas de autos a la entrada y a la salida de la roca.
Más info: @facualvarez23