El tradicional torneo de fútbol Amateur “La Vendetta del Diez”, que se juega en Nueva Córdoba y Zona Norte, fue el elegido por la Confederación Americana de Fútbol 7 para enviar su selección a la Copa Libertadores de Fútbol 7 en Lima, Perú, disputada del 24 al 31 de julio. “Fue un orgullo enorme recibirla, sabiendo que íbamos a ser los únicos representantes de Argentina”, recuerda Eduardo Sancassani, mediocampista y una de las piezas claves del plantel cordobés.
El equipo que viajó estaba integrado por jugadores que participan del torneo local, seleccionados por el cuerpo técnico y la organización. En la estructura, el staff tuvo a Gaspar Corrales y Rodrigo Defagot en la organización, a Santiago Godoy y Diego Díaz en redes y filmaciones, y como DT a Leonardo Fernández. En el arco, Alexis Verna y Gerónimo Torres; en defensa, Agustín Marinaro, Ignacio Pacheco y Tomás Fernández; en el medio, Diego Esquivel, Agustín Guindon, Mateo Fenoglio, Brian Verón, Franco Mena y Eduardo Sancassani; y en ataque, Facundo Bazán y Guillermo Bustos como pivots.
Para costear el viaje, la organización desplegó todo su ingenio. “Consiguieron sponsors y acuerdos estratégicos para que el viaje nos saliera lo menos posible. Después nosotros hicimos ventas de cajas de alfajores, rifas, empanadas… lo que fuera para sumar”, relata “Edu” con una sonrisa que mezcla sacrificio y satisfacción.
Organizada por la Confederación Americana de Fútbol 7, la Copa Libertadores de Fútbol 7 reunió a selecciones de Chile, Perú, Brasil, Uruguay, Argentina y México; y se disputó el Lima del 24 al 31 de Julio de 2025.
Orgullo argentino en tierras peruanas
La Libertadores de Fútbol 7 reunió a selecciones de Chile, Perú, Brasil, Uruguay, Argentina y México. El desafío era grande: “El balance es positivo. Más allá de que no pudimos mantener el 3er puesto que habíamos logrado en Córdoba el año pasado, y que caímos en cuartos de final, competimos contra equipos con un desarrollo enorme, incluso con jugadores profesionales de fútbol 7. La experiencia fue maravillosa”, afirma el volante de la “LVD”.
En fase de grupos, el equipo argentino venció con contundencia a dos equipos peruanos y empató contra un brasileño que, tiempo después, sería el campeón del torneo. “En cuartos nos tocó otro brasilero, que terminó tercero. Durante todo el torneo estuvimos a la altura, aunque la derrota en cuartos fue dura por cómo se dio el partido”.
La diferencia con el fútbol 7 local se sintió. “Es un juego más posicional, menos caótico. Si le salís a presionar a los brasileros arriba como loco, te pintan la cara. Hay más rotaciones, concentración defensiva altísima y la pelota parada es un arma clave. Hay pocos goles de transición porque todos están muy ordenados”.
En fase de grupos, el equipo argentino venció con contundencia a dos equipos peruanos y empató contra un brasileño que, tiempo después, sería el campeón del torneo. Luego, quedó eliminado en cuartos de final de la competencia ante otro conjunto “carioca”.
Un viaje, miles de recuerdos
Pero no todo fue fútbol. La convivencia dejó momentos imborrables. “Compartir siete días las 24 horas con tus compañeros es hermoso. Recorrimos Lima, conocimos su gastronomía, su historia… Algunos vivieron su primer viaje en avión, otros conocieron el mar, y un compañero pudo abrazar por primera vez a parte de su familia que vive allá”, cuenta Eduardo, todavía emocionado.
La anécdota curiosa llegó una mañana: “Nos despertamos con una alerta de tsunami en el teléfono, bien de película, pero por suerte no pasó nada”.
Mientras que el momento más fuerte fue representar a la bandera nacional: “Escuchar el himno antes de cada partido es increíble. Te abrazás con tus compañeros, agarrás fuerte la bandera y no hay nada igual. Eso queda grabado para siempre”.
“Escuchar el himno antes de cada partido es increíble. Te abrazás con tus compañeros, agarrás fuerte la bandera y no hay nada igual. Eso queda grabado para siempre”
En 2026, a “copar” Brasil
De regreso a Córdoba, la Selección de “La Vendetta del Diez” ya piensa en lo que viene: la Copa Libertadores 2026 en Florianópolis, Brasil. “Somos un grupo humano increíble, con un staff y un cuerpo técnico muy profesionales, y con jugadores funcionales a lo que la disciplina requiere. Tenemos las ideas de juego claras y mucha hambre de seguir creciendo”, resume el talentoso volante, con la misma pasión que pone en cada pase o gambeta.
En Perú no trajeron una copa, pero sí algo que vale tanto como un título: la certeza de que, con esfuerzo y unión, este equipo puede plantarse ante cualquiera y dejar la camiseta argentina bien en alto.-
Más info: Selección La Vendetta del Diez