De Córdoba a Portugal: un viaje con destino a una vida mejor

Jesica y su familia dejaron todo atrás en B° Zumarán en busca de nuevas oportunidades en Europa. Desde un pueblo tranquilo cerca de Oporto, cuentan cómo fue reconstruir sus vidas, superar desafíos y seguir soñando juntos en tierras portuguesas.


Jesica Rusafa mira por la ventana y ve un paisaje completamente distinto al que dejó atrás en B° Zumarán, en la zona norte de la ciudad de Córdoba. Hoy, a sus 40 años, vive con su marido Claudio, junto a Benicio (15 años) y Patricio (7 años), sus dos hijos, en Balazar, una pequeña freguesia del distrito de Porto, en Portugal. “Vendimos todo lo que teníamos y nos mudamos con mi mamá para reducir gastos”, cuenta. La decisión de emigrar se gestó hace años, cuando Joaquín (22 años), su hijo mayor, que se adelantó en el viaje, les mostró que era posible: “Portugal te permite venir sin visa, solo con pasaporte, y podés trabajar de forma legal. Así comenzó todo”.

A seis meses de haber pisado suelo portugués, la familia fanática de Belgrano, vive en un barrio campestre y tranquilo, a unos 20 kilómetros del mar. La calma es algo que no cambia por nada: “Se vive en paz y eso es lo que más nos gusta, la tranquilidad y la seguridad constante”, confiesa “Jesi”, quién se reencontró con su hijo más grande que llegó a territorio portugués hace 3 años y ya la hizo abuela de Olivia que ya tiene 8 meses de vida.


Sin embargo, el cambio no fue fácil para todos. Claudio, mecánico de oficio, lucha con el idioma, y Patricio, el menor, debió adaptarse a un nuevo colegio, letra cursiva y hasta clases de yoga. “Benicio, en cambio, se adaptó rapidísimo. Hasta lo felicitaron por su compañerismo”, cuenta con orgullo.

“Portugal te permite venir sin visa, solo con pasaporte, y podés trabajar de forma legal”

“Nadie toca lo que no es suyo”

Mientras Claudio trabaja en un taller cercano y gana alrededor de mil euros, Jesica se desempeña en la barra de un restaurante de categoría, también en Balazar. “Nada que ver con mi profesión, ya que soy Licenciada en instrumentación quirúrgica y enfermera, pero validar ese título acá es complicado”, admite. Con ambos sueldos logran vivir dignamente. “Con uno cubrimos alquiler, servicios y extras. Con el otro, nos damos algún gusto”. La vida es austera, pero noble. Lo más sorprendente, dice, es la seguridad: “Dejan las puertas sin llave, las bicis en la vereda… nadie toca lo que no es suyo. Es increíble. Lo que más nos gusta de Portugal es la tranquilidad y la seguridad en la que vivís constantemente”.

Aunque reconoce que los portugueses pueden ser fríos, también resalta la calidez que algunos les han demostrado. “Nos hemos cruzado con muy buena gente. Hay quienes no quieren a los inmigrantes, pero a los argentinos nos aman… y no por Messi, sino por Maradona”, dice entre risas. En Portugal, cada casa, calle o parque conserva su esencia. “Todo es patrimonio, todo se mantiene original. Es como vivir dentro de una postal”, asegura maravillada la Mamá de “Pato” y “Beni”, quién con apenas 13 años, decidió comenzar a trabajar repartiendo los diarios de EXPRESION NORTE con una dedicación, entrega y compromiso admirable.

“La vida es austera, pero noble. Lo más sorprendente, es la seguridad. Acá dejan las puertas sin llave, las bicis en la vereda… nadie toca lo que no es suyo. Es increíble”

La adaptación aún está en proceso. “Nunca te terminás de adaptar del todo”, admite Jesica. Se extrañan las pequeñas cosas: los zapallitos, las achuras, el chinchulín. “Los cortes de carne son distintos. Acá comen mucho cerdo y bacalao, que para ellos es como la carne vacuna para nosotros”. Pero lo que más extraña es intangible: “La calidez de los argentinos no se encuentra en ningún lado”.

Aun así, su sueño más grande se hizo realidad: volver a estar todos juntos. “El principal objetivo era tener a mi familia unida de nuevo, y eso lo logré”, dice. Ahora sueña con traer a su mamá para que conozca a su bisnieta y disfrute de esta nueva etapa. “Falta mucho por cumplir… queremos recorrer Europa algún día. Pero mientras tanto, nos tenemos a nosotros”.

“Lo que más se extraña es la calidez de los argentinos porque no se encuentra en ningún lado. En Portugal, a los argentinos nos aman… y no por Messi, sino por Maradona”

Para Jesica y los suyos, 100% “Piratas”, Portugal no es solo un destino. Es la oportunidad de una vida nueva, la posibilidad de vivir en paz. Y aunque el corazón sigue latiendo fuerte por Argentina, hoy laten con fuerza en otro rincón del mundo. Porque los caminos del amor y la familia, como dice ella, “son los únicos que importan cuando hay que volver a empezar”.-