Por: Luciana Carolina Gómez
(Terapeuta Holística)
La biodescodificación o bioneuroemoción, tal como su nombre lo indica, es el proceso de poder encontrar como están codificados las emociones no expresadas en el cuerpo. Por lo tanto, más que una nueva herramienta terapéutica holística es un nuevo paradigma, o sea una nueva perspectiva para abordar la salud del ser humano.
No se desmerece a la medicina tradicional, ya que siempre se trata de hacer una integración, pero el enfoque actual del sistema de salud es la clasificación de enfermedades por síntomas, y una vez establecido el diagnóstico se la ataca a la enfermedad tratando de eliminarla.
Por su parte, la biodescodificación asume que el origen de todas las enfermedades que experimenta el cuerpo es el resultado de un conjunto de factores y producto de las emociones. Desde mi perspectiva, este enfoque permite hacer un parate y poder observar al cuerpo, escucharlo y entender que hay un mensaje detrás de cada síntoma.
Quien por primera vez se plantea esto y de donde surge, es de los descubrimientos del Dr. Ryke Geerd Hamer, médico oncólogo Alemán, que tras sus descubrimientos y miles de ensayos clínicos postula leyes y da origen a la nueva medicina germánica.
A partir del fallecimiento de su hijo, él y su esposa a los pocos meses son diagnosticados
con Cáncer; estas serían las semillas de su hipótesis y posterior investigación. Tras años de investigación con miles de pacientes oncológicos el Dr. Hamer concluye y postula 5 leyes que son las bases de su teoría y que forman un modelo científico que muestran de manera
precisa la conexión entre la psique, el cerebro y los cambios en el cuerpo. De manera
muy resumida, estas leyes indican que toda enfermedad tiene origen a partir de un shock biológico inesperado, vivido en soledad. Este estrés es el motivo por el cual el cuerpo activa mecanismos de supervivencia y aunque no se vea como algo beneficioso, al menos nos saca del estrés que nos está afectando.
Desprogramando viejos patrones
Una sesión de biodecodificación es entonces un espacio para poder serenarnos y a través de una persona entrenada, poder ir indagando sobre el síntoma en cuestión. Poder entender cuándo comenzó, ver cómo nos sentíamos en ese momento, encontrar el sentido biológico no solo del “por qué”, sino el “para qué” me está ocurriendo esto. Una vez que se encuentra la emoción y se hace consciente, la persona queda habilitada a explorar y tomar otras decisiones, se puede optar otros caminos, se puede ver al problema de frente y se lo
trabaja.
Para entender a qué nos referimos, valen estos ejemplos: Una presión elevada puede presentarse cuando hay una preocupación excesiva y necesita bombearse más sangre a la cabeza para que este trabaje más, posterior a eso deviene el dolor de cabeza. Otro ejemplo, es la necesidad de más amor en la familia, y por ello aumenta la azúcar en sangre, porque la sangre simboliza la familia y el azúcar la dulzura. Las mamás sirven para
alimentar a los hijos, y ante la pérdida o preocupación excesiva de un hijo, estas comienzan a aumentar tejido para poder alimentar más al “cachorro” para que se recupere más rápido, entendiendo por supuesto que el cuerpo reacciona de manera animal, ya que ante el estrés se enciende el sistema nervioso simpático que es el de la supervivencia.
¿Qué enfermedades podemos trabajar desde la “Bio” entonces? Absolutamente todo, cualquier tipo de cáncer, alergias, problemas cardiacos, de piel, diabetes, hipertensión, adicciones, etc.
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