“A rodar y a rodar, y a roda y a rodar mi amor…”, dice Fito Páez en su canción; algo que experimenta en primera persona esta aventurera pareja cuando se suben a sus
motos y comienzan a rutear.
“Empezamos a rodar en el año 1993, yo como piloto (Darío) y copiloto (Roxana). Lo hacíamos en una Suzuqui 500 cc. Decidimos comenzar a rodar en moto para experimentar nuevas aventuras. Nuestro primer viaje retirado fue a Bariloche, en una Súper Tenere 750”, recordó Darío, quien disfruta de su hermosa moto Custon Taurina 350. Por su parte, Roxana lo acompaña con su Yamaha 160 fz, y así, transitan “juntos a la par”, como el gran Pappo Napolitano canta en uno de sus clásicos.
Vamos a la ruta…
Ambos no son principiantes, porque sus espíritus aventureros les permitió acumular muchos kilómetros de experiencias y aprendizajes: “Actualmente, manejamos los dos. Darío tiene 30 años de motociclista y yo, como copiloto, tengo mucha experiencia. Pero él me va indicando los peligros a tener en cuenta a la hora de viajar”, comentó “Ro”, quien asegura que “manejar en pareja, nos da la sensación de seguridad, de compartir la misma pasión por las dos ruedas y seguir afianzando nuestro compañerismo”.
Este compañerismo mutuo, es y seguirá siendo la semilla que siempre dará muchos frutos de recuerdos compartidos… “Infinidad de anécdotas, caídas tontas, quedarse sin nafta, cruzar vados, una perdiz golpeó el pecho de Darío, picaduras de abejas, decidir descansar y -al retirarnos- darnos cuenta que era la entrada de un cementerio pueblerino… ¡Vivimos muchísimas experiencias!”, recordó la pareja nacida en B° La France (donde se conocieron), para luego mudarse a B° Poeta Lugones cuando se casaron y ser actualmente las caras visibles de “El Sabor de mi Pasta”, un negocio 100% familiar (Av. Cayol 3915).
“Sensación de libertad”
“Generalmente, es común rodar por las Sierras de Córdoba. Sitios como las Altas Cumbres, el Camino del Cuadrado, Bosque Alegre, Yacanto, San Clemente, Copina, etc.”, señalaron los papás de Rocío (20 años). Pero… ¿Cómo organizan cada viaje o salida?: “Nos organizamos al despertar, momento en el que decidimos rutear. Todo depende también del pronóstico del tiempo. Cada uno cuenta con el equipo que lleva protección contra golpes, guantes, botas y, lo principal, el casco que salva tu vida”.
Pero no siempre, todos los viajes, son compartidos entre los dos. “Generalmente viajamos solos por nuestro rubro de trabajo. Además, pertenecemos a la agrupación de <Lobos de la Ruta>, formados por hombres y mujeres y yo pertenezco al grupo de las Lady Riders MG. El grupo es unido, hay compañerismo y se comparte hermosos momentos”, indicó “Ro”, quien compartió con nosotros algunos de los próximos proyectos de viaje: “Queremos recorrer la Ruta 40, de norte a sur; y países como Perú y Bolivia”.
Para finalizar, les consultamos qué significa para ellos, la posibilidad de contar con sus máquinas de dos ruedas, para vivir plenamente los caminos Cordobeses: “La motocicleta nos da la sensación de libertad. Es nuestro cable a tierra, nuestro cuerpo se une a la moto y somos una unidad”.
