“Me dicen Giacomino”, dice entre risas el recolector de basura cordobés al recordar la divertida anécdota que vivió junto al ex intendente. Luis Roberto Correa tiene muchas historias para contar de su trabajo, pero la que más recuerda es esa.
“Es una historia que pasó por el año 2009, cuando nos entregaron las unidades. En ese tiempo era intendente Daniel Giacomino, quién estaba en el acto donde también había muchos medios presentes. Un compañero le agradeció por la entrega de las unidades, pero también le dijo ‘Lo que te voy a pedir Giacomino es que te hagas cargo de tu hijo’. Cuando se da vuelta el intendente, me señalan y le hago un guiño con el ojo como él hacía. Todos se rieron y ahí me quedó el nombre”, dijo entre risas el recolector.
Otra anécdota que lo dejó marcado es la de su primer día de trabajo. Luis contó: “Fue un día duro, el primero de correr y transpirar, porque era una experiencia nueva que estaba viviendo. Previo a eso nos habían hecho pruebas, estudios y nos habían capacitado. Me acuerdo como si fuera hoy ese día domingo, porque fue una alegría y ahí nomás nos pusieron en blanco. Yo iba a ser papá al poquito tiempo y mi hijo iba a tener una obra social”.
Si bien el recolector es súper agradecido por su trabajo, tiene en claro cuáles son las contras en la recolección de residuos: “Lo que menos me gusta de este trabajo es que hay gente que no tira un vidrio roto en una caja, ni tampoco jeringas y agujas. No me gusta porque a veces uno va a levantar la bolsa y no ponen un cartelito (como si hace otra gente), que diga ‘vidrio roto’ o ‘cuidado’. Ellos no se dan cuenta que detrás nuestro también hay una familia y que si nos lesionamos perdemos días de trabajo”.
Aún así, Luis hizo una mención especial para las personas que separan la basura: “Son el 50% los que están colaborando con la separación de cartones, plásticos y otros. Te avisan que van a meter un vidrio en una caja o te preguntan cuándo vamos a pasar a buscar vidrios, ya que contamos con el servicio de recolección diferenciada”.
En cuanto a lo que más disfruta de su trabajo, “Giacomino” destacó: “Es el día a día con mis compañeros de trabajo y nuestro chofer. Todos los días se aprende algo nuevo. La convivencia hace que nos ayudemos entre nosotros. Todo eso es algo muy lindo”. Su oficio lo enorgullece a este recolector, que al ser consultado sobre qué significaba ser recolector de residuos, se emocionó.
“Es ser feliz, porque mientras que vos estás haciendo tu trabajo sabés que estás haciendo un gran bien para tu ciudad y el medio ambiente. Ser recolector es lo mejor que me pudo pasar en la vida, porque conocí mucha gente que siempre me está apoyando y si estoy mal siempre están al lado mío. Eso es lo que hace el recolector, ir para adelante aunque haya lluvia, truene, haga frío o calor. Siempre va a estar. Para mí es un orgullo que voy a llevar para siempre”, concluyó Luis Correa.