Con la cuarentena obligatoria, si bien la modalidad de clases virtuales permitió que las clases no se perdieran, en este contexto hay muchas consideraciones a tener en cuenta. Es así, que varios profesores contaron su experiencia de los últimos meses.
La profesora Anahí Oviedo, docente deáreas de Interpretación y Producción de Textos y Ciencias Sociales, del CENMA 232 anexo, barrio los Boulevares, contó: “La pandemia y sus consecuencias pusieron en evidencia las enormes desigualdades sociales respecto a las condiciones socio-económicas, a la hora de inmigrar a una educación a distancia”.
Aún así, la docente destacó la organización que pudieron llevar a cabo: “Creo que el balance es positivo, ya que hemos logrado una organización funcional de manera bastante rápida y con mucha predisposición de la comunidad educativa”. Además, comentó que iniciaron un proyecto de radio llamado “ediciones de cuarentena”, con el objetivo de lograr un lugar de intercambio.
Por otro lado, la profesora Daniela Menne, docente de matemática y ciencias naturales en una escuela primaria de la provincia de Misiones, explicó: “Hoy es muy importante observar que el aula, como espacio de trabajo, ha cambiado; y por ende, ha cambiado también la interacción entre los docentes y alumnos”.
La maestra comentó que al realizarse las clases mediante WhatsApp, la continuidad pedagógica se vio afectada debido a la falta de acceso de las familias a una conectividad, o la falta de recursos tecnológicos. Frente a esta adversidad y mediante un conjunto de estrategias llevadas a cabo por los equipos directivos, además del compromiso de las familias, se ha logrado que gran parte de los alumnos del país sigan vinculados a la educación.
