“Fue una una experiencia inolvidable para nosotros. Gracias a USMA Panamá por
celebrar el amor que sentimos por nuestras tradiciones a través de la danza. Nos presentamos junto a 8 países, donde mediante el arte y las diferentes culturas, dimos un show de alto impacto, simbolizando la unión entre todos a través de la danza”, señalaron desde la prestigiosa Academia de Danzas “Cecilia Dericia” con sedes en B° Villa Cabrera y B° Poeta Lugones, luego de su notable participación en el primer Festival Internacional Universitario de Danzas Folclóricas desarrollado en Panamá del 21 al 28 de octubre y que también contó con delegaciones de Colombia, Costa Rica, Ecuador, Honduras, México, Nicaragua, Perú y el país anfitrión.
¿Cómo se dio la posibilidad de participar de este Festival?
La posibilidad se dió a través del haber hecho otras giras internacionales, donde nos reconocieron y quedaron con nuestro contacto. El presidente del festival, que tuvo a cargo el ballet de la Universidad de Panamá, se comunicó directamente con nosotros y nos preguntó si podíamos estar presentes, así fue el contacto.
¿Cuántos integrantes viajaron de “Cecilia Dericia”?
Fuimos con una pareja representando a la Argentina, fuimos Cecilia Dericia y yo, Gustavo Leymon, como directores del país y la pareja. Dos directores y dos bailarines como representantes de la pareja. Se desarrolló con funciones en distintos lugares, las cuáles fueron más importantes la primera y la última. Estas se desarrollaron en la USMA, que es la Universidad de Santa María, la más antigua, una universidad católica y una de las primeras privadas que hay allá.
¿Qué sintieron al representar a Argentina en este encuentro internacional?
La experiencia fue fantástica y nos sentimos muy reconocidos. Quiero decir humildemente que conmovimos al público panameño, recibimos un aplauso que verdaderamente nos sorprendió, que fue muy sostenido y emotivo. Les conmueve mucho la comunicación, interpretación de las parejas y cómo se proyectan hacia el público en nuestra danza folklórica. Fuimos los únicos representantes de esta delegación en este primer festival.
¿Qué balance realizan del viaje?
El balance fue fantástico, magnífico. Una de las cosas que más nos impactó fue que se montó y develó una escultura que era el gran logo del festival, que era una pareja bailando con un fondo de unas molas, que es un tejido tradicional realizado por los aborígenes de Panamá. Fue un gran monumento, rodeado por 8 monumentos más, uno por cada país que formaban parte de este festival internacional. Esa escultura quedará en el recuerdo de la gente sobre el primer festival, del cuál nosotros fuimos protagonistas. Se abren un montón de puertas, tenemos invitaciones para distintos países para el futuro, para estar presentes como delegación Argentina.