“El Eternauta”: la puerta de entrada a la ciencia ficción nacional

La serie estrenada por Netflix el pasado 30 de abril, como adaptación de la novela gráfica del escritor Héctor Germán Oesterheld y el dibujante Francisco Solano López, se ha convertido en una serie de culto que da inicio a una nueva forma de realización de producciones locales por su tecnología y calidad

 

Terminados los seis capítulos que componen la primera entrega de la serie “El Eternauta”, es factible afirmar que estamos hablando de un éxito mundial, con la nostalgia de los que leímos la historieta en algún momento de nuestras vidas, y con la sorpresa de quienes la descubren por primera vez.

Sin dudas, la serie puede dar inicio a un nuevo concepto de desarrollo en la industria cinematográfica local en lo que refiere al género de ciencia ficción por su alto grado de calidad y profesionalidad con la que se filmó, con la tecnología utilizada, asintiendo a cada detalle de la historia original y con una increíble adaptación por parte del director, envolviendo al espectador en una atmósfera real en locaciones poco comunes para la aventura.

Publicada originalmente en 1957 por entregas periódicas en la Revista “Hora Cero Semanal”, el cómic argentino escrito por Héctor Germán Oesterheld y dibujado por Francisco Solano López, es casi una biblia para el historietista nacional. “El Eternauta” es el libro pionero en lo que refiere a novelas gráficas locales, y novedoso en el ámbito de la ciencia ficción, incluso antes de la creación de “Star Wars” (1977), “Doctor Who” (1963) y “Star Trek” (1966), series icónicas del género.

Héctor Germán Oesterheld (1919-secuestrado el 27 de abril de 1977 por la dictadura cívico-militar)
Francisco Solano López (1928-2011)

La historia narra una invasión extraterrestre sobre Buenos Aires, aunque sucede en países limítrofes también. A partir de ello, se suceden hechos que nos hacen reflexionar como sociedad en motivo de solidaridad y resistencia frente a las adversidades que se producen ante la invasión. La locura colectiva, la ayuda comunitaria y los lazos entre amigos y familiares son puntos claves que destaca la historieta.

Si bien es una adaptación de la obra de Oesterheld, la serie incursiona en muchos detalles nuevos que no están en la historieta. Desde la fecha en que suceden los hechos hasta nuevos personajes e historias paralelas a los protagonistas.

Las Malvinas argentinas presente

En esta adaptación, el personaje de Juan Salvo, protagonizado por Ricardo Darín, es un veterano de Malvinas. Los recuerdos constantes de la guerra lo atormentan y vuelven al protagonista no solo en sus habilidades para empuñar un arma, también se hacen presentes sus traumas con imágenes que lo acechan de forma inoportuna.

¿Pero de qué trata “El Eternauta”?

La historia comienza con una nevada extraña y mortal que transforma el verano de Buenos Aires en un desierto blanco y frío. Juan Salvo, un hombre que vive en la ciudad con su familia y amigos, se ve atrapado en esta catástrofe. A medida que la situación empeora, los sobrevivientes se organizan para luchar contra la amenaza, que luego se revela como una invasión alienígena. En el transcurso de la historia, no sólo los extraterrestres representan un peligro para la supervivencia, ya que ante el colapso que sucede en la ciudad, la locura colectiva se hace eco en muchas personas que prefieren el individualismo a la supervivencia grupal.

La gran enseñanza que pretende la serie es que, en puño y letra del autor “la salvación individual no es posible, solo se puede hacer de manera colectiva”. Con esta frase como emblema en su obra y en su vida, Oesterheld redefine a los nuevos héroes de la escena ficticia y real, nada de superhéroes que vuelan y tiran rayos por los ojos, o que acaban con la amenaza en soledad, el verdadero heroísmo radica en la unión de la sociedad.

El Eternauta como metáfora de la realidad

En su año de publicación se podría leer a “El Eternauta” como una historieta de ciencia ficción y aventura con personajes buenos y malos como en todas las historias, aunque, algunos años después, y con motivo de la desaparición de su autor por manos de la dictadura que azotó al país, autodenominada “Proceso de Reorganización Nacional” y que duró desde el 24 de marzo de 1976 hasta el 10 de diciembre de 1983, podríamos releer la historieta como una gran metáfora de la realidad.

El “sálvese quien pueda” es el comienzo de la locura colectiva que produce la nevada mortal y la posterior invasión alienígena en la serie. La única manera de sobrevivir, no entendida por muchos, es la unión y la fuerza de la sociedad que propone la resistencia ante lo desconocido, lo intimidante, la amenaza de otros. En la diferencia de “rangos” sociales, ya sea por edad, por temperamento o por ser dueño de una casa o de un auto, comienzan las peleas internas y la desconfianza. Desconfiar siempre del otro es un común denominador en cada paso de la serie.

En la historieta original,  y sin ánimos de spoilear, “los Ellos” dominan a “los Manos” a través de la glándula del miedo, un dispositivo implantado artificialmente que al activarse por miedo, libera una sustancia que les envenena y mata, ejerciendo en ellos un control para mantenerlos en constante obediencia. Estos a su vez controlan con teledirectores a “los Cascarudos”, “los Gurbos” y “los Hombres-robots”. Es así como se constituye una brillante metáfora del sistema de dominación.

Se establece, además, una comparación entre la nevada mortal y la represión de la dictadura, ya que impide salir de los hogares por miedo a las represalias. La unión de la gente y la resistencia traza un paralelo con la vida política de Oesterheld y sus hijas, todos militantes de la agrupación “Montoneros”, una organización guerrillera revolucionaria peronista y católica romana de extrema izquierda argentina, surgida en la década de 1970 durante la dictadura cívico-militar. La obra es tomada como una metáfora de la resistencia ante un enemigo invisible, pero poderoso.

En definitiva, El Eternauta no es sólo una historia de ciencia ficción, se puede transcribir como una metáfora de la resistencia colectiva frente a la opresión. El autor utilizó la invasión alienígena como una alegoría de las amenazas autoritarias, destacando la importancia de la solidaridad, la organización popular y la lucha en grupo.

¿Dónde está Oesterheld?

Héctor Germán Oesterheld fue secuestrado el 27 de abril de 1977 en La Plata. Estuvo detenido en diversos centros clandestinos de detención, tortura y exterminio.  Sus cuatro hijas ya habían sido detenidas y desaparecidas por el régimen militar, dos de ellas embarazadas. Sobrevivientes de centros clandestinos como “El Vesubio” relataron el deterioro físico de Oesterheld, pero también su dignidad: en una Nochebuena, pidió saludar uno por uno a sus compañeros de cautiverio.

Su historia y la de su familia es uno de los casos más desgarradores dentro del plan sistemático de desaparición de personas llevado adelante por el Estado. Su imagen y figura, resuena junto con el legado intelectual que El Eternauta dejó para la prosperidad, siendo símbolo de resistencia y lucha para la sociedad argentina.

Una serie bien argenta

La serie protagonizada por Ricardo Darín como Juan Salvo, César Troncoso como Favalli, Ariel Staltari, Carla Peterson, Claudio Martínez Bel, Andrea Pietra y Marcelo Subiotto, y dirigida por Bruno Stagnaro (“Pizza, birra, faso”, “Un gallo para Esculapio” y “Okupas”), se encuentra disponible en Netflix, consta de seis capítulos y ya tiene confirmada una segunda temporada aunque sin fecha de estreno (serán ocho capítulos). Se ha convertido, desde su estreno, en una serie de culto con visualizaciones en todo el planeta, integrando el top 10 de las más vistas en más de 20 países.

El proyecto se inició en el año 2020 y entre elenco estable, extras y dobles de riesgo estuvieron involucrados un total de 2900 personas. Dentro de Buenos Aires se utilizaron 50 locaciones para filmar y 599 toneladas de sal para simular la nieve. Además fueron creados 35 escenarios virtuales a través de la tecnología “Virtual Production”, la misma técnica que se utilizó en “The Mandalorian”. La filmación concretó 148 días de rodaje y se crearon 500 máscaras para todos los personajes.

Bruno Stagnaro (“Pizza, birra, faso”, “Un gallo para Esculapio” y “Okupas”)
Elenco de la primera temporada de “El Eternauta”

La realización de la serie resalta muchos aspectos culturales de la Argentina, desde la música elegida de “El mató a un policía motorizado”, “Soda Estéreo” o Mercedes Sosa, las partidas de truco y la jerga que se habla en las reuniones entre amigos, como así también las locaciones donde se desarrolla la historia, con algunos lugares icónicos de Buenos Aires como la avenida General Paz, El Estadio Monumental de River Plate o la Plaza del Congreso.

En las primeras escenas se pueden ver piquetes y cacerolazos, las publicidades y carteles en las calles hacen referencia a marcas y entidades reales, tales como YPF o Cinzano. Se incluyen grafitis de “Vote Frondizi”, alusiones a la serie “Okupas” o cartelera de la presentación de “Los Palmeras”. También se observa al Gauchito Gil en dos oportunidades, la imagen de Malvinas y las tres estrellas de la selección Argentina campeona del Mundial de fútbol.

Algo más que una serie

“El Eternauta” logra crear una profunda reflexión sobre la condición humana y el sentido de la comunidad en tiempos de crisis, abordando temas universales como la resistencia, la amistad y la lucha contra las adversidades.

La historieta publicada originalmente en 1957 perdura en el tiempo y afianza su mensaje con el pasar de las décadas. Todavía tenemos mucho para aprender.

Mira el tráiler oficial de “El Eternauta”, una serie de Netflix

 

Por Ale Galvaliz