El Hospital Infantil incorpora musicoterapia para pacientes oncológicos

Es un hito en la salud pediátrica de Córdoba. La iniciativa surgió del Departamento de Enfermería del nosocomio, bajo el título "La Aventura de Oír" y busca transformar la experiencia hospitalaria de pacientes oncológicos por medio de la intervención artística, generando así un tránsito sanitario más ameno.

El Hospital Infantil Municipal Sixto Gerardo González de B° Alta Córdoba ha marcado un hito en el ámbito de la salud pediátrica en la Provincia de Córdoba: es el primer hospital en incorporar la musicoterapia en el tratamiento de sus pacientes oncológicos.
Este innovador proyecto, denominado “La aventura de oír”, ha sido impulsado por el departamento de Enfermería bajo la dirección del Lic. Juan Maigua. Busca transformar la experiencia hospitalaria de niños, niñas y adolescentes en procesos de internación oncológica, ofreciendo la intervención artística, promoviendo un tránsito hospitalario más amigable y menos traumático.


La musicoterapia brindada por el área de Oncología se ha convertido en una herramienta valiosa para mejorar la calidad de vida de los niños y adolescentes durante su estancia hospitalaria, proporcionando un enfoque humanizado y centrado en el paciente.

La integración de la musicoterapia tiene un impacto significativo en la mejora del estado de ánimo, la relajación, la expresión y la canalización de emociones de los pacientes.

Beneficios fisiológicos y emocionales

Según el Lic. Maigua, “este proyecto combina música y silencio, generando una mejor transición en sus cuidados, disminuir esas emociones y tensiones, pero también contribuir a la mejora en la administración de un cuidado de calidad y humanizado”.
La integración de la musicoterapia tiene un impacto significativo en la mejora del estado de ánimo, la relajación, la expresión y la canalización de emociones de los pacientes. Además, ayuda a contactar con la realidad, desarrollar la creatividad y se adapta a todas las condiciones humanas.


“Usamos la musicoterapia sobre todo para las cuestiones emocionales que esté transitando el niño o la niña en proceso de enfermedad. Primero se herramienta para la construcción del vínculo y después como un medio de expresión: comunicar o resolver lo que siente en este momento desde la música”, manifestó Victoria Panzetti, a cargo del área de música de “Un solcito de ternura”.
Esta iniciativa no solo mejora la calidad de vida de los pacientes oncológicos, sino que también establece un precedente en la utilización de intervenciones artísticas como complemento terapéutico en los hospitales, ya que se ha demostrado que la musicoterapia aporta beneficios fisiológicos y emocionales.