El karate como estilo de vida y medio de aprendizaje

Maitena Ardiles es una deportista cordobesa con Síndrome de Down que fue galardonada con el premio Cóndor de la Gente en su edición 2024, destacándose como figura del deporte provincial. Premio al esfuerzo, la pasión y a no rendirse nunca

 

Entre los logros de Maitena Ardiles, la joven deportista cordobesa de 21 años oriunda de Mendiolaza, se encuentran los siete campeonatos argentinos en su disciplina, el subcampeonato sudamericano de Parakarate, el Premio Cóndor de la Gente, que se entregó por primera vez, su reciente ascenso a cinturón negro y, el más importante de todos, el que le permitió el extenso palmarés mencionado, no rendirse nunca.

El karate la ha fortalecido mucho como persona, y a la vez la ha ayudado a enfrentar de manera diferente su condición, según comparte su mamá Adriana. “El karate le enseñó a no rendirse, a volverlo a intentar siempre, a ser disciplinada, perseverante y sobre todo poner pasión en aquello que le gusta”.

En 2024 Maitena viajó a Santa Cruz de la Sierra (Bolivia), para representar a Córdoba y a  Argentina en el II Campeonato Sudamericano de Para-Karate y ganó la medalla de plata en la categoría K22 Síndrome de Down. Allí tuvo su primera participación internacional dejando una buena impresión técnica y sumando una experiencia valiosa en competencias de este tipo. “Fue una experiencia nueva y movilizadora y en este 2025, si la Federación le permite, también viajará”, señaló su mamá en diálogo con Cadena 3.

“Le encanta el karate, le dedica mucho tiempo y le pone muchas ganas. El karate le permite no darse por vencida, le permite poner ganas y actitud, no se da por vencida cuando no le sale algo”, comparte Adriana.

Para su mamá ha sido un orgullo inmenso el reconocimiento del Cóndor de la Gente, con mucha emoción asegura que el premio llegó “sin pensarlo”. “Ver que la gente la votaba y la tenía en consideración fue muy emocionante, estaba muy feliz, esa noche muy contenta”, describió.

Maitena vivió un año 2024 muy intenso en lo personal y profesional, porque además de los logros deportivos, comenzó a trabajar en un estudio de abogados, un lugar donde la respetan y valoran, lo que le permitió incorporarse al mercado laboral otorgándole independencia y permitiendo el manejo de su propio dinero para sus gastos.

El karate no es simplemente un arte marcial, se convierte en un estilo de vida y una forma de aprendizaje integral. A través de la práctica constante, los deportistas desarrollan valores como la disciplina, la perseverancia, el respeto y la humildad, que se reflejan en su vida diaria. Este deporte no solo fortalece el cuerpo y la mente, sino que también enseña lecciones valiosas sobre superación personal, autocontrol y resiliencia, fomentando un sentido profundo de bienestar y equilibrio en quienes lo practican.

Más info: @mai_ardiles